Aunque tarde y de manera bastante atípica, parece que el otoño ha llegado ya para quedarse. Si hace unos días las altas temperaturas invitaban a seguir disfrutando de comidas ligeras y más veraniegas, estos días los alimentos otoñales empiezan a cobrar protagonismo. Platos de cuchara, legumbres, setas, sopas o caldos se abren camino en las mesas más exigentes.
En GastroIdeal hemos seleccionado cuatro preparaciones fáciles y económicas para triunfar en los fogones y en la mesa: lentejas, setas, sopa y caldo.
Los platos de cuchara apetecen en esta época del año. Además las lentejas, como muchas otras legumbres, son fuente de nutrientes: ricas en proteínas, fibra, hierro, magnesio, zinc, potasio, fósforo, selenio, tiamina y niacina.
Una de las recetas más conocidas para este plato es la del conocido chef Karlos Arguiñano. Su receta incluye chorizo y panceta, que se pueden evitar si se prefiere una preparación más ligera o vegana.
Ingredientes (para 4 personas):
300 g de lentejas
100 g de chorizo fresco
200 g de panceta fresca
1 cebolleta
1 zanahoria
1 puerro
Aceite de oliva virgen extra
Sal
1 cucharadita de pimentón picante
Perejil
Preparación:
Se pone la panceta en la olla rápida, cubriéndola con agua y sazonándola. Se cierra la olla y se cuece la panceta durante 40 minutos desde el momento en que suba la válvula. Se retira y se deja que se enfríe.
Se calientan 2-3 cucharadas de aceite en una cazuela. Se pelan la cebolleta y la zanahoria, y se limpia bien el puerro, y después se cortan. Se agregan las hortalizas a la cazuela, se sazona al gusto y se cocinan a fuego suave medio durante 8-10 minutos.
Se corta el chorizo en trozos y se incorpora. Se agregan las lentejas, cubriéndolas con abundante agua (3-4 veces más que de lentejas), se sazona y se cuecen a fuego suave durante 40-45 minutos. Se agrega el pimentón y se mezcla bien.
Se calienta una sartén sin aceite; se corta la panceta y se dora en la sartén por los dos lados. Por último, se sirven las lentejas con chorizo añadiendo panceta en cada plato. El toque final de Arguiñano, como no podía ser de otra manera, es adornar con un poco de perejil.
Con el otoño comienza también la temporada de setas, y con ellas se componen algunos de los platos estacionales más sabrosos y apetecibles.
Cuenta Moncho Méndez, chef del restaurante Millo, en A Coruña, que a él le gusta prepararlas de la manera tradicional, salteadas, “para que sepan a setas”. En su restaurante prepara los níscalos así: “Es un plato muy simple, los hago salteados con un poco de cebolla caramelizada, un poco de jugo de carne reducido y unos huevos fritos arriba, nada más”, explica.
La sopa de verduras es una de las preparaciones más socorridas en los días de frío. Aguanta varios días en la nevera y es además una preparación baja en calorías y rica en vitaminas y fibra. La receta clásica, “la sopa de la abuela”, se hace así:
Ingredientes:
La preparación tradicional incluye cualquier tipo de verduras de temporada, cebolla, puerro, huesos de pollo o ternera –opcionales–, agua, aceite, sal y fideos.
Preparación:
Se saltea la verdura con un fondo de aceite de oliva, cebolla y puerro. Se sazona al gusto y, cuando estén las verduras doradas, se añade agua o caldo de verduras. Se deja hervir durante al menos una hora y, cuando esté ya todo bien cocido, se añaden los fideos.
Decía el famoso alcalde y gastrónomo Picadillo que el buen caldo gallego ha de ser “enxebre”. Esto es: simple, sabroso y barato. En su receta, los ingredientes son básicos y la preparación, sencilla.
Ingredientes:
400 gramos de alubias blancas (se ponen a remojo el día anterior)
Agua
Unto de cerdo
4 patatas peladas y troceadas
Verduras al gusto (pueden ser nabos, nabizas, grelos, col, acelgas o berza)
Sal
Preparación:
En una olla grande se ponen las judías y agua a hervir. Cuando hierve, se añade el unto de cerdo. Más de una hora después se añaden las patatas cortadas, y cuando ya estén listas se añaden las verduras con sal. En este apartado suelen destacar los grelos y las nabizas, pero hay quien prefiere hacerlo con acelgas, berzas o nabos. Se deja hervir otra hora y media o dos horas. Cuando termine, se pueden triturar algunas de las verduras –patatas, zanahoria– para hacer el caldo más espeso.