Aunque todavía, muchos de nosotros echemos de menos el verano, es una realidad que nos encontramos en otoño, otra estación del año en la que también podemos disfrutar mucho. Comienza el fresco y en algunas zonas de Galicia comienza ya a oler a chimenea, al fuego de la madera quemada y cómo no puede ser de otra manera, a castañas asadas. 

Seguramente si pensemos en algún puesto de castañas de A Coruña, se nos vendrá a la cabeza el puesto de el AVE castañero, que se ubica año tras año, desde hace ya algo más de diez años, en la calle peatonal de la plaza de Lugo. Anteriormente, este mítico puesto se ubicaba en la zona de Cuatro Caminos, junto al centro comercial.  

Porque, ¿quién no se ha comprado alguna vez un cucurucho de este fruto seco por la calle? Es el símbolo por excelencia del otoño. El precio de los cucuruchos de las castañas de AVE castañero van desde los dos euros hasta los diez euros. 

Como todos los frutos secos, es una muy buena idea como tentempié. Contienen muchos hidratos de carbono, por lo que son muy nutritivas y saciantes. Incluso, el castaño, llegó a denominarse "el árbol del pan", al estar considerado como uno de los frutos básicos de cualquier dieta.