El Ejército de Israel realizó una breve incursión con tanques en el norte de la Franja de Gaza previo a "próximas etapas del combate" contra el grupo islamista Hamás, informó un portavoz castrense este jueves, un día después de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reafirmara que sus tropas harán una "intervención terrestre" en el enclave palestino.
"Durante la noche las Fuerzas de Defensa de Israel llevaron a cabo una incursión selectiva utilizando tanques en el norte de la Franja de Gaza, como parte de los preparativos para las próximas etapas del combate", indicó el portavoz militar.
En la operación, "los soldados localizaron y atacaron a numerosos terroristas, infraestructura terrorista y puestos de lanzamiento de misiles antitanque", explicó.
Así, las fuerzas israelíes "operaron para preparar el campo de batalla" y "abandonaron la zona al finalizar la actividad", subrayó.
A su vez, según agregaron, "aviones de combate israelíes atacaron más de 250 objetivos" de Hamás en el último día, lo que incluyó "centros de comando operativo, túneles y lanzadores de cohetes ubicados en el corazón de áreas civiles", desde donde el Ejército alegó que las milicias dispararon durante toda la guerra".
Además, tropas navales "atacaron un puesto de lanzamiento de misiles tierra-aire de Hamás en la zona de Jan Yunis".
Desde que Israel declaró la guerra contra Hamás el 7 de octubre, tras un ataque masivo del grupo islamista que dejó más de 1.400 muertos, las tropas israelíes ya han realizado breves incursiones terrestres en el norte de la Franja, mientras sostienen sus constantes bombardeos que han dejado más de 6.500 muertos en el enclave.
De su lado, las milicias palestinas de Gaza continuaron lanzando cohetes hacia distintos puntos de territorio israelí hasta la noche del miércoles, y por primera vez desde el comienzo de la contienda, en dirección a la ciudad de Eilat, en el extremo sur de Israel.
La noche del miércoles, Netanyahu reafirmó en una locución televisada que "habrá intervención terrestre en Gaza" y que "se trabaja contra reloj" en los preparativos, en coordinación con el ministro de Defensa, Benny Gantz, y el jefe del Estado Mayor teniente general Herzi Halevi.
"No voy a dar detalles sobre cuándo, cómo y cuánto, ni tampoco voy a especificar las diversas consideraciones que estamos tomando en cuenta, muchas de las cuales no son conocidas por la población de Israel, lo que es positivo, porque queremos proteger las vidas de nuestros soldados", indicó.
Por otro lado, el mandatario israelí reiteró la orden de que todos los gazatíes civiles abandonen el norte de la Franja, pese a que no hay condiciones de seguridad para ello.
Más de un millón de palestinos, la mitad de la población de la Franja de Gaza, han sido desplazados hacia el sur -donde también se llevan constantes bombardeos por parte de las fuerzas israelíes- en medio de una crisis humanitaria sin precedentes tras el corte total de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible por parte de Israel.
Muchos gazatíes no han querido o no han podido evacuar por tener familiares enfermos o discapacitados, mientras muchos hospitales ya colapsaron y no pueden atender a los más de 17.000 heridos, la inmensa mayoría niños, mujeres y ancianos, pues la ayuda humanitaria que ha entrado por la frontera con Egipto es insuficiente.
El grupo islamista Hamás convocó a los palestinos a realizar protestas masivas en los territorios palestinos y el mundo musulmán los próximos viernes y domingo para exigir la apertura del cruce fronterizo de Rafah, que conecta a Gaza con Egipto y ha estado prácticamente cerrado desde el inicio de la guerra.
“Hacemos un llamado a nuestro pueblo en toda la patria y en el exterior, y a todos los miembros de la nación árabe e islámica, y a los pueblos libres del mundo, a intensificar la movilización popular en los próximos días y a manifestarse activamente el viernes y domingo", indicó Hamás en un comunicado.
Según el grupo islamista, las protestas se llevarán a cabo bajo el lema "Abrir el cruce de Rafah" y "Detener la guerra genocida en Gaza" a raíz de "las horribles masacres de la ocupación" israelí contra "civiles, niños y mujeres indefensos".
Este llamamiento se da en un momento de alta tensión en Israel y el territorio ocupado de Cisjordania, donde la violencia se ha recrudecido significativamente con más de un centenar de palestinos muertos a raíz de la escalada con Hamás.
A esto se suma una crisis humanitaria sin precedentes en el enclave palestino, donde 1,4 millones de personas -más de la mitad de su población- han sido desplazadas hacia el sur por orden de Israel, a pesar de que los bombardeos también se llevan a cabo en la zona meridional de Gaza.
Además, la población de la Franja padece el corte total del suministro de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible impuesto por Israel tras el inicio de la guerra, que ya dura 20 días, lo que ha ocasionado el colapso de los hospitales y la propagación de enfermedades como sarna e infecciones gastrointestinales.
El cruce de Rafah ha sido abierto puntualmente para el paso de en total 62 camiones con ayuda humanitaria, informó OCHA, la agencia humanitaria de la ONU, que subraya lo insuficiente de esta ayuda, pues "el promedio diario de camiones autorizados a entrar en Gaza antes de las hostilidades era de unos 500".
Además, esta ayuda no incluye el suministro de combustible, vital para hacer funcionar los generadores eléctricos de los hospitales.
Esta situación "amenaza con profundizar el desastre humanitario", alertó Hamás, en su llamado a "presionar por todos los medios para abrir los cruces y traer socorro urgente".
La comunidad internacional ha presionado para que Israel permita la entrada de ayuda humanitaria al enclave.