El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aseguró este sábado que transmitió a su homólogo chino, Wang Yi, durante una reunión mantenida en la isla indonesia de Bali, que su país sigue "preocupado por el alineamiento de China con Rusia", respecto a la invasión de Ucrania.
Blinken hizo estas declaraciones durante una rueda de prensa tras mantener hoy un encuentro de cinco horas con Wang, un día después de que concluyera la reunión de ministros de Exteriores del G20 en Bali, a la que también asistió el canciller ruso, Serguéi Lavrov.
"Pekín dice que es neutral, pero yo les digo que es muy difícil mantenerse neutral ante una agresión así", remarcó Blinken sobre la posición de China frente al conflicto provocado por Rusia, a quien la segunda economía mundial "sigue protegiendo en las organizaciones internacionales y haciéndose eco de su propaganda", añadió.
El jefe de la diplomacia estadounidense subrayó que la posición de Pekín quedó clara tras la llamada el mes pasado entre los presidentes chino y ruso, Xi Jinping y Vladímir Putin, en virtud de la amistad "sin límites" que defendieron a comienzos de año.
No obstante, afirmó haber tenido unas discusiones "útiles y constructivas" con Wang, las primeras que ambos mantienen desde que Rusia invadiera Ucrania en febrero.
Sobre Rusia, Blinken afirmó este sábado no ver "ninguna señal de que esté lista para la diplomacia", después de que muchos de los asistentes a las reuniones del G20 jueves y viernes en Bali criticaran que Lavrov no se quedó a escuchar a sus colegas y abandonó la sala tras impartir su discurso.
"Nuestro objetivo está claro, y es asegurarnos de que continuamos presionando a Rusia para que participe en una actividad diplomática comprometida", señaló Blinken.
Además de sobre Rusia, el jefe de la diplomacia estadounidense y Wang discutieron sobre otros asuntos "regionales y globales", declaró Blinken, definiendo la relación bilateral como "altamente importante para nuestros países y para el mundo".
"Wang y yo hemos discutido sobre el estado de nuestra relación bilateral", apuntó el estadounidense en el encuentro con los medios.
Blinken añadió que, si bien hay asuntos que les enfrentan, como Ucrania, Taiwán -la isla autogobernada que Pekín no descarta invadir y que Washington en principio defendería- o "el genocidio en Xinjiang" (región noroccidental china, hogar de la minoría musulmana uigur), la "comunicación continúa abierta".
"Es por el interés de nuestras naciones y del mundo, aunque ninguno de estos asuntos sea fácil", agregó el diplomático estadounidense.