El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, avisó ayer de que el intercambio de fuego con las milicias de Gaza “aún no ha terminado”, tras dos jornadas de violencia que dejaron 22 palestinos muertos y que registraron el lanzamiento de unos 400 cohetes hacia Israel. “Hemos asestado a la Yihad Islámica Palestina (YIP) en Gaza el golpe más duro de su historia”, dijo Netanyahu, en alusión a los ataques del ejército israelí sobre objetivos del grupo palestino en la Franja, que comenzaron con el asesinato de tres de sus principales líderes.
Desde entonces, Israel continuó bombardeando posiciones del grupo, impactando más de 108 objetivos, incluyendo plataformas de lanzamiento de cohetes y otros proyectiles y depósitos de armamento. Tras registrarse la víspera quince muertos en la Franja, esa cifra se elevó ayer a 22, incluyendo nueve milicianos y trece civiles, entre ellos seis niños. El número de heridos en Gaza asciende ya a 64.
La respuesta de las milicias se dio mediante el lanzamiento de cohetes tanto hacia las comunidades israelíes cercanas a Gaza como hacia ciudades como Tel Aviv o Beersheva, pero no se notificó ninguna víctima. Desde entonces, según precisó el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dispararon unos 400 cohetes. Buena parte de estos proyectiles impactaron en áreas abiertas, mientras que otros fueron lanzamientos fallidos o fueron interceptados por los sistemas israelíes de defensa antiaérea.