Los drones ucranianos hostigaron la anexionada península de Crimea y obligaron a cerrar ayer dos aeropuertos en el sur de Moscú, mientras ambos bandos aceleran sus contraofensivas en los frentes sur y noreste.
“Esta noche sobre las regiones de Kaluga y Moscú, así como en la ciudad de Sebastopol, fueron abortados intentos del régimen de Kiev de perpetrar ataques terroristas con drones”, informó el Ministerio de Defensa de Rusia.
Según la nota castrense, dos drones que se dirigían a la capital rusa fueron destruidos al sur y al oeste de la urbe de trece millones de habitantes. El ataque contra Sebastopol, puerto de la Flota rusa del mar Negro, fue de mayor envergadura: la defensa antiaérea rusa derribó dos drones y otros nueve fueron detenidos con medios de lucha radioelectrónica.
Los ataques a Moscú, que se tornan cada vez más frecuentes y acercan la guerra al corazón de Rusia, obligaron a cerrar durante más de dos horas los aeropuertos de Domodedovo y Vnukovo, al sur de la urbe.
Ucrania, que guardó silencio al respecto, denunció por su parte ataques rusos que activaron las alarmas aéreas en la madrugada, con el lanzamiento de diez drones kamikaze iraníes Shahed 136/131, de los que siete fueron derribados. Sin embargo, los restantes dañaron una terminal de petróleo en la región oriental de Rivna, según declaró el jefe de la administración militar local, Vitali Koval. A ello se sumó un ataque ruso con misiles contra la localidad de Gulyaipole, en la sureña región de Zaporiyia, que se cobró la vida de tres personas, según informaron las autoridades locales.
En tanto, la situación en el frente se torna cada vez más difícil para ambos bandos, que constatan un incremento de los combates.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania aseguró en su parte de guerra haber rechazado “cerca de 30” ataques rusos en seis sectores del frente, entre los que destacaron Kupiansk, en la región de Jarkov, y Bajmut, en Donetsk. El estadounidense Instituto de Estudios de la Guerra (ISW) constató intensos combates en el flanco sur de la ciudad de Bajmut, donde las fuerzas ucranianas no lograron avances.
Las fuerzas rusas, por el contrario, llevaron a cabo “contraataques limitados en la región de Bajmut y avanzaron al norte de la ciudad”, según el ISW.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso informó de mejoras de las posiciones rusas en la zona de Kupiansk (noreste) y rechazaron 30 ataques ucranianos en diversos sectores de la línea del frente, ocasionando cerca de 760 bajas a los ucranianos. Una situación que obligó a las autoridades ucranianas a anunciar ayer el comienzo de la evacuación forzosa de la población de 37 localidades de distrito de Kupiansk próximas a los combates.
En este contexto, la plana mayor del Ejercito ucraniano sostuvo ayer una reunión telemática con representantes de la administración estadounidense y el Pentágono, incluyendo al secretario de Defensa Lloyd Austin y el jefe del Estado Mayor estadounidense, Mark Milley.
En la reunión las partes debatieron “la situación en el frente y la ayuda militar”, según informó el jefe del gabinete presidencial, Andrí Yermak.