La líder de la extrema derecha francesa, Marine Le Pen, acusó este martes al presidente del país, Emmanuel Macron, de preparar “una especie de golpe de Estado administrativo” para impedirles tener las manos libres si llegan al Gobierno, sobre la base de “rumores” que corren de que va a hacer decenas de nombramientos de última hora.
“Espero que sea simplemente un rumor”, señaló Le Pen en una entrevista a la emisora France Inter en la que hizo notar que en el Consejo de Ministros del miércoles pasado hubo más nombramientos de los habituales.
De acuerdo con esos rumores que contó que le llegaron, Macron pretende nombrar al director general de la Policía y al de la Gendarmería, así como a “decenas de prefectos” (delegados del Gobierno) y a otros cargos de la Administración.
“Para gente que da lecciones de democracia al mundo entero, me parece sorprendente”, se quejó Le Pen.
También de que después de la “pulsión democrática” que tuvo al convocar los comicios legislativos de forma anticipada, tras su derrota en las europeas del 9 de junio, ahora “hace todo lo posible para obstaculizar el proceso democrático” con sus consignas de voto.
Los candidatos de Agrupación Nacional (RN) de Le Pen, aliados a un grupo de conservadores, fueron los grandes ganadores de la primera vuelta de las legislativas en Francia el pasado domingo con un 33% de los votos que les ponen en disposición para tener el grupo mayoritario tras la segunda vuelta del domingo, e incluso conseguir una mayoría absoluta.
La líder de la extrema derecha reiteró que si llegan al Gobierno, ella no formará parte del gabinete –”no seré una primera ministra bis”–, sino que ejercerá de jefa del grupo parlamentario.
En este contexto, este martes más de doscientos candidatos de diversos partidos renunciaron a participar en la segunda vuelta para impedir la dispersión del voto y evitar que RN consiga la mayoría absoluta.
El plazo para formalizar las candidaturas concluyó a las 18.00 de ayer, y al término del plazo se registraron 218 renuncias, la gran mayoría fueron de candidatos de Juntos por la República, la alianza de centrodererecha de Macron, y del Nuevo Frente Popular, para dejar a solo un rival frente al aspirante ultraderechista al escaño en cada una de las circunscripciones.