El Gobierno ruso anunció hoy un acuerdo con la Unión de Fútbol de Rusia (UFR) para integrar a los clubes de las cuatro regiones ucranianas anexionadas, Donetsk, Lugansk, Jerzón y Zaporiyia.
"Nos hemos puesto de acuerdo con la UFR. Integraremos a los nuevos territorios en los campeonatos de fútbol", dijo Dmitri Chernishenko, viceprimer ministro, al reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin.
Explicó a Putin que "todo esto se hace para que todas las regiones se consideren participantes a de pleno derecho".
El Shakhtar Donetsk, el equipo más laureado en la historia reciente del fútbol nacional, y el Zoriá de Lugansk, ambos del Donbás, juegan en la liga ucraniana.
El Kristall Jersón milita en la segunda división, mientras el Metallurg Zaporiyia juega en la división de bronce del fútbol ucraniano.
El Shakhtar no disputa sus partidos de liga y europeos en Donetsk desde 2014. Esta temporada disputa la Liga de Campeones en Polonia.
Las autoridades rusas hicieron un anuncio similar tras la anexión de la península ucraniana de Crimea en 2014, pero sus planes nunca prosperaron.
Debido a la denuncia de Kiev y a la oposición de la UEFA, la UFR tuvo que excluir a los clubes crimeos de la liga profesional y, en su lugar, organizó un campeonato local en la antaño península ucraniana.
Ucrania se dirigió en agosto de 2014 a la UEFA para que sancionara a Rusia por incluir en su liga al TSK de Simferópol (antiguo Tavria), el SKCHF de Sebastopol, que compitieron durante la anterior temporada en la división de honor ucraniana, y al Zhemchúzhina de Yalta.
Estos tres equipos incluso debutaron en verano de 2014 en la Copa de Rusia, lo que llevó a algunos directivos y futbolistas ucranianos a pedir que la FIFA arrebatara a Rusia el derecho a organizar el Mundial de 2018, gestión que no progresó.
Futbolistas locales consideran que desde la anexión rusa y la creación de una liga local el interés por el fútbol en la península se redujo al mínimo.