Rusia efectuó ayer maniobras de sus fuerzas nucleares estratégicas ‘Grom’ (Trueno) en un nuevo desafío a Occidente, mientras que en el campo de batalla la contraofensiva ucraniana en la sureña región de Jerson se ralentiza.
“Los objetivos previstos durante los ejercicios de las fuerzas estratégicas de contención han sido cumplidos en su totalidad. Todos los misiles alcanzaron sus objetivos”, informó el Kremlin.
Durante los ejercicios balísticos, presididos por videoconferencia por el presidente ruso, Vladimir Putin, se realizó un simulacro de “lanzamiento nuclear masivo por parte de las fuerzas estratégicas ofensivas en respuesta a un posible ataque nuclear proveniente del enemigo”.
Las fuerzas estratégicas rusas lanzaron misiles balísticos y de crucero desde el submarino atómico Tula, dos bombarderos estratégicos Tu-95MC y sistemas de misiles intercontinentales móviles de emplazamiento terrestre Yars, que fueron disparados desde el cosmódromo de Plesetsk. Se trata de los primeros ejercicios de las fuerzas nucleares rusas desde el inicio de la ofensiva en Ucrania en febrero.
Las anteriores maniobras tuvieron lugar días antes del comienzo de la campaña militar rusa y ensayaron el lanzamiento de armamento hipersónico, capaz de burlar cualquier escudo antimisiles, según Moscú.
Las maniobras rusas se llevan a cabo en medio de temores por el uso de una bomba sucia con elementos radiactivos en Ucrania. El Kremlin aseguró ayer que continuará sus esfuerzos diplomáticos para advertir a la comunidad internacional del posible uso de una bomba sucia por parte de Kiev, ya que esa amenaza aún persiste.