El Instituto para el Cambio Global que dirige el ex primer ministro británico Tony Blair ha seguido asesorando y cobrando del Gobierno de Arabia Saudí tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en 2018, según reveló The Sunday Times. De acuerdo con el dominical, Blair, a través del citado instituto, mantiene una "asociación multimillonaria" desde 2017 con el régimen de Riad para participar en el programa de modernización (Visión 2030) liderado por el heredero a la corona saudí, Mohamed bin Salmán.

El príncipe fue acusado por los servicios de inteligencia estadounidenses de ordenar el asesinato de Khashoggi, lo que llevó al ex primer ministro del Reino Unido a considerar su relación con él y con Arabia Saudí "en general", recuerda The Sunday Times. "Un número de altos cargos (del instituto) sugirió que había motivos de reputación y éticos para hacerlo. Sin embargo, (Blair) temía perder influencia con el príncipe", expone este medio, que acompaña la noticia con un comunicado de esa organización.

En la nota, un portavoz del Instituto Tony Blair para el Cambio Global reconoce que ha seguido participando en el programa saudí Visión 2030 tras el asesinato de Khashoggi, pese a que este "terrible" crimen causó "preocupación". Al final, agrega la fuente, la "opinión" del ex dirigente laborista "entonces y ahora" es que "el mantenimiento de esta relación está justificado" debido a la "inmensa y positiva importancia" de las reformas acometidas por Bin Salmán, así como por el valor "estratégico" de este país para Occidente. "El renovado compromiso de Estados Unidos y las naciones occidentales con Arabia Saudí y con el príncipe heredero Mohammed bin Salmán ilustra por qué esta decisión fue correcta", arguye el comunicado.

Khashoggi, quien escribía para The Washington Post y otros medios críticos contra el príncipe, entró en el consulado saudí en Estambul el 2 de octubre de 2018 para obtener unos documentos, pero nunca volvió a salir del edificio y tampoco se encontraron restos de su cuerpo. El 31 de octubre de 2018, el fiscal jefe de Estambul, Irfan Fidan, concluyó que muy poco después de entrar en el consulado fue asesinado por asfixia y su cuerpo fue desmembrado. Arabia Saudí ha admitido que agentes del Gobierno mataron a Khashoggi en el consulado y ha condenado a cinco personas involucradas, sin ofrecer detalles del juicio. La inteligencia de EEUU concluyó que Bin Salmán ordenó el asesinato, pero el príncipe ha negado siempre su implicación.