Los gobiernos de Portugal y España estudiarán la construcción de una línea ferroviaria transfronteriza entre Aveiro y Salamanca (centro) y otra entre Faro, Huelva y Sevilla (sur), para mejorar las conexiones entre ambos países. “No son para mañana ni para pasado mañana. Pero hoy nos comprometemos a estudiar esas conexiones para que en una próxima cumbre podamos tomar decisiones”, explicó el primer ministro portugués, Antonio Costa, en la rueda de prensa final de la 33ª Cumbre Hispano-Lusa, realizada en Viana do Castelo.

Costa, que hablaba junto al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, defendió que se trata de infraestructuras “fundamentales” para el futuro, que ayudarán a la descarbonización de la economía, a trasladar el transporte de mercancías de carretera al ferrocarril y a tener una península ibérica “más integrada”. El estudio de estas conexiones se une a otros proyectos ferroviarios ya en marcha, como el corredor entre Lisboa y Badajoz, que esperan que esté concluido a finales de 2023 o principios de 2024, o la primera línea de alta velocidad portuguesa, que irá de la capital lusa a Oporto y desde allí a Vigo.

“El compromiso de ambos países por mejorar la conexión ferroviaria es claro y rotundo”, aseguró, por su parte, Sánchez, quien dijo que los trabajos en el corredor que unirá Badajoz con Madrid van “muy adelantados”.

Más acuerdos de innovación

Portugal y España firmaron también otros acuerdos en materia de cooperación, como una guía práctica para los trabajadores transfronterizos. Se creará además una red luso-española de entidades promotoras de cooperación transfronteriza y un Laboratorio Ibérico de Alimentación.

La cumbre tuvo como tema central la innovación y se sellaron varios pactos en este ámbito, como el desarrollo de una constelación de satélites de observación de la Tierra, la puesta en marcha del Centro Ibérico de Investigación en Almacenamiento Energético en Cáceres y una estrategia común de microelectrónica y semiconductores. “Podemos y debemos juntar las capacidades comunes para contribuir a que Europa recupere su autonomía estratégica y no siga dependiendo para casi todas las actividades, de otros países, manifestaron ambos líderes.