Jerson aguarda su destino tras reconocer las autoridades prorrusas la superioridad numérica de las fuerzas de Kiev en la provincia sureña, mientras que dentro y fuera del campo de batalla la rebelión de movilizados rusos va en aumento con quejas casi diarias sobre su situación y negativas a combatir.
“No vemos ningún tipo de ofensiva masiva” en Jerson por parte de Ucrania, indicó ayer el vicegobernador instalado por Rusia en esta región anexionada, Kiril Stremousov. No obstante, indicó que hay “miles” de soldados ucranianos en las afueras de la provincia en lo que calificó de “superioridad numérica de las Fuerzas Armadas de Ucrania”.
Tras dar la víspera por finalizada la evacuación organizada de decenas de miles de ciudadanos de la margen derecha, donde se encuentra la capital regional, e incluso parte de la ribera izquierda del río Dnieper, Stremousov adelantó que “en los próximos días se espera un desenlace de los acontecimientos” en la provincia.
“Estamos listos para cualquier decisión, incluso las más difíciles”, recalcó, después de que dijera ya el viernes que “lo más probable” es que las tropas se retiren a la margen izquierda”. Kiev advirtió de que puede ser una trampa porque a la vez observa cómo Rusia está preparándose para la batalla por la única capital regional en sus manos.