La persistente lluvia impedirá, como estaba previsto, que el jueves, día 16, finalicen las obras de reforma del cruce de Solymar, en el núcleo de Perillo. Según indicó ayer el alcalde, Ángel García Seoane, la presencia de agua hace imposible que se lleven a cabo los trabajos de asfaltados correspondientes a las vías de servicio, la glorieta y los acceso al túnel. Ayer se iba a trabajar en la calle Areal, la plaza de Agramar y en los entronques con la calle Marisqueira; hoy y mañana era el turno de la rotonda y de las vías laterales de servicio, y el jueves, se llevaría a cabo la mejora de la calle Garridas y los accesos al túnel desde A Coruña.
El regidor, en su habitual intervención radiofónica de los lunes, en la emisora local de la Cadena Cope, también indicó que una vez que este completado el proyecto de reforma del cruce habrá cambios en la circulación. Una de las principales novedades es que la calle Garridas, que actualmente conecta la antigua vía nacional N-VI con la avenida Rosalía de Castro en ambos sentidos de la marcha, pasará a ser de dirección única, por lo que los automovilistas que se dirijan a la ciudad desde Montrove deberán hacerlo por la rúa Areal. Ahora permanece cerrada al tráfico debido a las obras que se están ejecutando.
Cabe recordar que la reforma de la intersección de Solymar se iniciaron a finales del año 2020. el proyecto contemplaba en la sustitución de la intersección actual de las carreteras AC-12 y AC-174 por un enlace con glorieta superior, donde el tronco principal de la vía discurre soterrado entre muros pantalla ejecutados con pilotes, mejorando así la fluidez y seguridad vial del tramo. Se trata de una obra largamente demandada por los vecinos de Perillo debido a la peligrosidad del cruce.