Los hechos vuelven a dar la razón al alcalde de Oleiros. Ángel García Seoane, en una visita del presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, manifestaba que estaba gratamente sorprendido por la celeridad con la que la Xunta estaba llevando a cabo la obra de construcción del enlace de la Vía Ártabra con la N-VI, en el núcleo de Iñás.
A tenor de lo contemplado ayer es perfectamente comprensible. Decenas de empleados de la UTE responsable del proyecto se afanaban en sus respectivas labores mientras la mayor parte de los españoles disfrutaban de la fiesta de la Constitución.
Contraste
La fotografía todavía contrastaba más si se tiene en cuenta que a escasos centenares de metros de distancia, la maquinaria utilizada para construir una senda fluvial en el río San Pedro permanecía parada y estacionada a la espera de que hoy se retomen los trabajos.
Características
Las características del enlace serán tal y como estaba proyectado, con un nivel superior para la N-VI con cuatro carriles, un nivel intermedio con forma de glorieta y un nivel inferior para darle continuidad a la Vía Ártabra, que quedará preparado para su futura prolongación cara a la AP-9.
La previsión de la Consellería de Infraestruturas es que los trabajos puedan estar acabados en la primavera de 2023. “Unha vez rematadas estas obras, rescindirase o contrato coa UTE adxudicataria do contrato de construción da prolongación da Vía Ártabra”, informaba la Xunta.
Tal y como adelantó en su momento la conselleira, una vez que se complete el enlace de San Xurxo de Iñás, la conexión de esta infraestructura con la autopista quedará en suspenso “ata que o proxecto conte con plenas garantías xurídicas”, añadieron desde el mismo departamento antes de lamentar “as consecuencias da ofensiva xudicial emprendida polo Concello de Cambre contra unha infraestrutura estratéxica para a área de A Coruña”.
Así, para la Xunta la intención del municipio cambrés “a prol dunha conexión coa AP-9 en Catro Camiños” es inviable “por achegar menos seguridade xurídica, ter máis impacto territorial e ser contrario aos criterios do Ministerio de Transportes, que debe autorizar o entronque”, precisaban desde la Consellería de Infraestruturas.
Por su parte, varios ayuntamientos del área metropolitana pusieron sobre la mesa la necesidad de elaborar un nuevo plan viario comarcal consensuado entre todas las administraciones implicadas, desde los ayuntamientos hasta la Xunta.