Una u otra oración, guardan alguna relación en común, en apariencia no, puede que al inquilino de la Moncloa, así le parezca. Teniendo en cuenta, la larga carrera de promesas dejadas de cumplir. Empecemos, por lo mucho que se ha dicho. Esto, no ha hecho más que empezar, para dar cuenta de las consecuencias que acarreará al futuro político español, de seguir, por una pendiente tan pronunciada y sin freno.

Se sabe de momento, que una Comisión de juristas aprobó la ley de amnistía, sobre los actos cometidos ampliamente, en el terreno del desacato a las leyes y la malversación económica, amparando a los hijos del antiguo presidente Pujol, esta propuesta salió adelante con los votos de Socialistas, Sumar, Junts, ERC, Podemos, PNV, y Bildu. Significa, que de entrada se blinda dicha ley, según exigencias formuladas por el fugado de la Justicia, Carles Puigdemont. Revisando poder enjuiciar aquel proceso y en cambio justificar los cambios en la propuesta de ley, sobre la amnistía y derecho internacional. Como norma formal a tener en cuenta sobre todo el proceso.

Estas modificaciones, se hacen, para dar por finalizado el objeto de las condenas, así como, los respectivos procesos judiciales, que implican  a los sujetos, sin excepción. Y hallan intervenido en dicho proceso separatista. Dejando sin efecto cualquier referencia al Código Penal Español.  

Esta solución fue diseñada para seguir, unas directrices de los tratados internacionales, como, el Internacional de los Derechos Civiles, Políticos y humanos. Es decir, se pretende, el compromiso de adquirir los derechos a través de la amnistía, la redacción señala que los actos queden impunes de malversación, que hallan implicado un beneficio patrimonial, del que solo, se podrán beneficiar, los que intervinieron en la preparación y realizadas las consultas efectuadas el 9 de noviembre de 2014 y el referéndum del 1 de octubre de 2017, como los implicados en la proclama de la separación catalana de España, dejando sin efecto las multas del proceso.

Amparando con esta medida de gracia, desde el 1 de noviembre de 2011 al 31 del mismo mes de 2023, que se comenzó a canalizar los hechos del proceso separatista, quedando de este modo, la cúpula de Convergencia incluida en la consulta ilegal del 9 de noviembre de 2014, en una de las cuales, intervienen los tres hijos de Jordi Pujol, Oriol, Joseph y Jordi. En medio de todo este embrollo, político, el presidente, toma un descanso para saber que va hacer si continúa como tal o se marcha, es la primera vez en la Historia de España, que ocurre tal precedente, al estar su esposa inmersa en una investigación judicial.

La realidad quedó aclarada el  lunes 29 de abril, cuando el presidente, sin más dilación, anunció que todo sigue igual, había tomado cinco días de asueto, quizás para solucionar algún problemilla que tenía pendiente, algo así, como un estudiante rebelde a su causa ó amnesia.