Amenaza realmente la IA a la inteligencia o solo a lo artificial? Sospecho que va a ser este último el gran perjudicado en lo dual de este drama digital, en la medida en la que el artificio lleva, por sí solo, décadas ganando terreno en todos los ámbitos de nuestra existencia. Y no sin razón, porque es justo reconocer que nos facilita la vida y mejora la convivencia al convertir aquellos aspectos espinosos en meros acontecimientos tecnológicos, capaces de hacer de la mentira virtud.
Es más, la propia inteligencia viene cooperando, en un segundo plano, con lo artificial, en la de engañarnos y manejarnos como siempre, pero siempre dentro de un exquisito orden de desarrollo, modernidad y vanguardia.
Porque que un artefacto te engañe, aunque haya sido creado por mano de la inteligencia humana con ese fin, ni te ofende ni lo puedes sentir como una afrenta, y no solo por lo artificial de su naturaleza, sino porque es un elemento puntero en el desarrollo de la humanidad. Un ente matemático capaz en su sistema algorítmico y de implementación de hacer de aquellos que lo crean, manejan y disfrutan, seres dignos de prestigio y reconocimiento por encima de su inteligencia.
Sin embargo, la inteligencia, no admite artificio, es un elemento natural, incapaz, por sí sola, de deslumbrar u obnubilar. Es, cómo decirlo, eso que se puede poner en entredicho y al hacerlo ganar prestigio, y más si lo que se defiende es lo artificial.