Monseñor don Julián Barrio Barrio, nombrado obispo auxiliar de Santiago de Compostela por el papa Juan Pablo II el 31 de diciembre de 1992 y arzobispo de Santiago de Compostela el 5 de enero de 1996. Tras 28 años de labor de apostolado al frente del arzobispado compostelano, es el momento de reconocerle su fecunda labor y trayectoria ejemplar, y rendirle el homenaje que se merece. Mi estrecha relación de colaboración y amistad con el arzobispado compostelano se inició en la década de los 80, en tiempos del cardenal Rouco Varela, al ser un colaborador habitual de la RU San Martín Pinario y de la Pastoral Universitaria, lo que me facilitó las cosas a la hora de entablar una relación de colaboración con don Julián, que con el paso de los años se transformó en una amistad entrañable que perdura en el tiempo.
Vienen a mi memoria algunos hechos destacables, desde su presencia destacada en diversos foros internacionales celebrados en Galicia bajo mi dirección, poniendo en valor la espiritualidad de El Camino de Santiago como medio de conversión; haber compartido la presentación de la Carta Encíclica Laudato SI´ del papa Francisco sobre el Cuidado de la Casa Común (San Martín Pinario, 22 de mayo de 2015). También quiero destacar su valiosa contribución al Liber Amicorum-Homenaje al Prof. Dr. Francisco Peña, con motivo de mi nombramiento como Hijo Predilecto de Ponteareas (2016). Guardo muy grato recuerdo de los actos entrañables que tuvieron lugar con motivo de la celebración del XXV Aniversario de la Ordenación Episcopal de monseñor don Julián Barrio (Santiago, 7 de febrero de 2018).
En el transcurso de estos años, he sido recibido en audiencia por monseñor con cierta frecuencia; en algunas de ellas, acompañado por mi querida esposa Mariam, y en la última, que tuvo lugar el pasado 25 de agosto, por mis hijos y mi adorable nieta Carlota, a la que don Julián supo ganársela a base de sensibilidad y ternura. En mi experiencia personal he encontrado en don Julián a una persona entrañable, que se hace querer, por su humildad y bondad de corazón, su espíritu dialogante e integrador, buscando siempre la concordia y la paz. Don Julián es una persona auténtica y coherente en su vida y en su magisterio, su mensaje llega a la gente, vive de acuerdo con el evangelio que predica, llevando una vida austera y ejemplar, dedicada a los demás, siempre cerca de los que más sufren.
El 15 de agosto de 2021, con motivo de su 75 cumpleaños (llegada esa edad, el Código de Derecho Canónico establece que los obispos deben solicitar la jubilación a la Santa Sede), monseñor presentó al papa Francisco su renuncia a la Archidiócesis compostelana. Monseñor don Julián Barrio Barrio, en el momento que la providencia dé por finalizada su labor pastoral al frente del arzobispado de Santiago de Compostela, dejará a su predecesor un legado de fe digno de imitar y de superar, si bien cabe destacar su fecunda labor pastoral desarrollada y profunda huella, dada su gran calidad humana y cercanía con sus fieles. ¡Que Dios le bendiga y conceda una larga vida con mucha salud!
Francisco Peña es científico,
académico, escritor y humanista