Cada poco tiempo sale a colación en sistema público de pensiones, en que, nos recuerdan, que el sistema de reparto, no tiene futuro o que no hay dinero para pagar las futuras de los que las generan, al ser un sistema de pagas hoy y cobras mañana, con el esfuerzo del cotizado en cuestión, así se viene ejecutando desde la época de su fundación, los cotizados de hoy son pensionistas de futuro y el sistema sigue funcionando desde la época de su instauración.
El problema es el asalto al sistema de pensiones español, tal y como está instaurado y este proyecto viene fraguándose desde 1993 en que la banca española, por medio del Banco Bilbao-Vizcaya-Argentaria, hace un intento de acercar posturas hacia un bocado muy interesante, por medio de un puñado de (34) inteligentes personalidades, para ver como podía revertir el sistema a un nuevo modo de capital, este modelo de nuevo cuño fue, tratado por aquellos, en un tiempo de estudio, que llegó a durar casi dos años, dando a conocer sus resultados en 1995, levantando muchas voces, contra el actual sistema. Aunque el mismo sigue el pie y la banca clama por hacerse con un activo millonario, para ejecutar sus planes, elevándolas contra la gestión pública de las pensiones, de un modo indirecto.
Cuando se acuerda el Pacto de Toledo, se procede a desvincular la Seguridad Social del Estado, creando un sistema de pensiones cerrado en exclusiva a las cotizaciones y créditos especiales en casos puntuales, de ahí, el Estado, se responsabiliza, para que todos los jubilados, puedan cobrar su pensión, dependiendo de donde hayan trabajado y actividad en el momento de su jubilación, a mayor cotización, así es el cálculo de su cobro final.
Aunque ahora, los simpatizantes de la privatización de las pensiones, abren una nueva variante al problema, la demografía de España, como es sabido, si en el país no hay trabajadores, se importan del exterior, para que hagan el trabajo de las vacantes que existen y cotizan por ello, por tanto, no son un problema, más bien, una excusa para extraer las pensiones públicas. Hay que tener en cuenta, que todos, los estudios y previsiones, llevan fallando en este aspecto desde el inicio de la década de los años ochenta del siglo XX. Como diría un castizo “Ya llovió”.
Lo que se precisa, es, un, mayor ratio de producción, para aumentar los ingresos y propiciar un mejor sistema salarial por incentivos, la empresa cuenta las horas de trabajo efectivas, no lo que se produce, lo importante no es el número, sino, lo que se produce, cuanto mejor se haga, más rentable, será a la economía de ambos y en el futuro una mejor pensión para el trabajador que pasó de su actividad laboral. La mejora puede ser una solución, si va acompañada de una mayor productividad.