Pongo mi corazón

Pongo mi corazón sobre estos días. Un corazón abierto, generoso. Quiero hasta los domingos por la tarde. No quiero deudas, ni banderas, ni estadísticas que me pierdan.


Uno y dos muertos, horror. Veinte, cincuenta, cien, tragedia. Miles, abstracción. Quiero que no se mutile mi alma si miro a este cielo que a todos pertenece. 


Pongo mi corazón sobre estos días. Un corazón obstinado, aferrado. Quiero un camino de nubes, sin sueños vacíos. Quiero las horas inciertas, hasta un golpe de viento, hasta salir de un recuerdo. Quiero un tiempo más nuestro, agarrada a una canción. Cada diciembre te quiero. No deshagas la lluvia. Me gusta.


Pongo mi corazón sobre estos días. Un corazón impaciente, decidido. No quiero esa costumbre de olvido, titulares de periódico, yo me bajo en la próxima. No quiero que me impongas tus fronteras. Quiero una casa frente al mar, si mi horizonte es móvil, la palabra me anclará. 


Pongo mi corazón sobre estos días. Un corazón «beat», castigado. Quiero escribirte una carta, en limpio, como el silencio de una mañana temprana. Que me perdones quiero. Si hay ausencias, no quiero el miedo, ¿me das la dignidad de los finales? Hace frío, tráeme la voz de los que amo por la casa. 


Pongo mi corazón sobre estos días. Un corazón azul, acorazado. Quiero el íncipit, que la historia comience, mi corazón vestido de todos los libros que habito. Déjame ahí, de repente saben de todas las nostalgias. Quiero escribir, un poema, por ejemplo. Que todo siga igual, con tu risa en el fondo. 


Pongo mi corazón sobre estos días. Un corazón con venda, deslumbrado. De pronto, ¿cuántos son los ahogados? Nadie quiere un viaje a la isla de Lesbos, ni asilo, si las olas golpean tu pequeña barca de madera. Quiero que mis ojos sigan mirando en las mismas penumbras, ¡y los tuyos! Nos llaman nuestros hermanos. No quiero que me distraiga la distancia. Por favor, no quiero.


Pongo mi corazón sobre estos días. Un corazón lleno, viajero. No me siguen las ciudades, van conmigo, vas conmigo. Quiero tu tiempo junto al papel de regalo. Un color, un camino quiero. Si vas a irte, quiero verte llegar. Después quiero verte regresar. Te miraré de frente, asumiré errores. Quiero atreverme a preguntar. No diré nada. No digas nada, que lo haga el tiempo.


Pongo mi corazón sobre estos días. Un corazón desnudo, latiendo. Tal vez puedas oírlo. Quiero abrirle las puertas a este invierno, alargaré mis pasos al sol tímido, en otra y esta vida, en otros y estos días, no me canso de buscarte. Si puedo encontrarte, si lo hago, yo sabría desearte una muy feliz Navidad.

Pongo mi corazón

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