La suerte está echada

Escribo el domingo a media mañana y por eso solo puedo decir que las elecciones, uno de los hechos sustantivos de la democracia, se están desarrollando con total normalidad como corresponde a un pueblo democráticamente maduro.


Cuando lean este comentario, la suerte ya está echada en sentencia dictada por el pueblo gallego que asignó a todos los políticos dos funciones con dos grados de responsabilidad, fundamentales para el presente y el porvenir de Galicia.


A unos encomendó la función de Gobierno. Gobernar es administrar recursos siempre escasos y tomar las decisiones necesarias, a veces difíciles e impopulares, Gobernar es dirigir y administrar la comunidad garantizando el funcionamiento efectivo de todas las instituciones que han de estar volcadas en promover el bienestar de todos los ciudadanos.


Gobernar es practicar la transparencia y la rendición de cuentas y contar con la oposición, que tiene ideas valiosas, buscando sinergias y la cooperación para lograr avances en la consecución de objetivos compartidos para Galicia.


El pueblo gallego encomendó a otros la labor de oposición, también consustancial al sistema democrático. Entre sus funciones está fiscalizar y controlar la acción del gobierno, reconocer sus éxitos cuando acierta y denunciar sus desviaciones y abusos cuando se producen. Es el contrapeso del poder.


La oposición debe proponer políticas alternativas para la solución de los problemas del país que mejoren los planes de acción del gobierno. Una oposición activa y comprometida fortalece la democracia, ayuda a construir una sociedad más justa y lo que es muy importante, se muestra como alternativa al gobierno cuando el pueblo vuelva a ser convocado a las urnas.


Finalmente, el pueblo gallego dejó fuera del Parlamento otras opciones políticas que consideró que no respondían a sus demandas y necesidades, que nada aportaban al bienestar de los ciudadanos. A partir de hoy, estos partidos tienen cuatro años para madurar y volver a presentarse ante los electores con sus programas corregidos y mejorados.    


Gobierno y oposición deben anteponer el interés público sobre el personal y partidista y  trabajar sin descanso por Galicia: por su crecimiento económico, por mejorar la sanidad, la educación y atenciones sociales; abordar el problema de la vivienda, el desempleo, retener el talento joven, la ordenación del territorio y medioambiente, más autogobierno… Están en el Parlamento, en el gobierno y en la oposición para mejorar la calidad de vida de todos los gallegos, especialmente de aquellos más vulnerables y  marginados.


Ahora es su turno. Los actores políticos deben cumplir con las funciones que les encomendaron los electores. Esa es su obligación y responsabilidad. 

La suerte está echada

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