Una de las realidades vergonzantes que se está viviendo, cada día, en muchos pueblos y ciudades de nuestro país, son las miles de familias rumanas desestructuradas que son “captadas” para que ejerzan la mendicidad, realicen actos de delincuencia menor e incluso se dediquen a prostituirse para que luego, ese dinero, vaya a parar a manos de las redes mafiosas. Son auténticas redes de delincuencia organizadas desde Rumanía. Así hay unos 50.000 rumanos, de etnia gitana, que malviven de la mendicidad y un 90% de este “negocio” esta controlado por las “mafias”, en nuestro país.
A pesar de esta triste realidad, muchos de nuestros gobernantes siguen mirando para otro lado y como señala la Federación de Asociaciones de rumanos en España, que han denunciado estos hechos en numerosas ocasiones, los responsables políticos nos dijeron que estas situaciones eran inventadas e inexistentes”. Algunos nos preguntamos, ¿qué medidas adopta el Ministerio de Asuntos Sociales, el Ministerio del Interior, las diferentes Comunidades Autónomas así como los municipios, sin olvidarnos de
la Unión Europea así como las propias autoridades rumanas?.
Hay que pensar que la mayoría de estas familias, por no decir la totalidad, viven un claro estado de marginación, pobreza y explotación que atenta claramente contra la Dignidad de las personas y son una clara violación de los Derechos Humanos. Lo padecían en su país de origen y lo siguen sufriendo en el país de destino. Numerosas de estas familias piden limosna en las calles, incluso con niños pequeños, y nadie dice nada, nadie hace nada, y todo sigue igual.