El más eficiente e innovador sistema de depuración de aguas que hay en la industria en todo el mundo. Este es, según indica, el sistema elegido por Altri para la planta de fibras textiles que prevé construir en Palas de Rei a través de Greenfiber y para ponerlo en marcha invertirá solo en las instalaciones de depuración 80 millones de euros, una cantidad inédita en el sector. Esto asegura que no se alterará el estado actual del río Ulla y que, por lo tanto, no va a afectar de ninguna manera a los bancos marisqueros de la ría de Arousa.
Tal y como explica Pedro Baptista, director de Operaciones de Altri en España, “la filtración por membranas es la tecnología más innovadora en el tratamiento de aguas que hay actualmente en el mundo y la hemos elegido porque no vamos a escatimar esfuerzos ni recursos en tener el mejor sistema de tratamiento de aguas. A modo de ejemplo, para la depuradora que se está proyectando para toda la ciudad de Santiago se baraja un presupuesto de 58 millones de euros, mientras que nosotros invertiremos 80 millones para asegurarnos de que no se alteren las condiciones genéricas del río Ulla”.
Y es que la tecnología del proyecto, argumenta, hace que no varíe ni el caudal, ni la temperatura ni los nutrientes del agua que lleguen a la ría. Los responsables del proyecto indican que se ha estudiado el caudal del Ulla durante todo el año y en diferentes periodos, y los porcentajes de merma serán inferiores al 1% durante 9 meses al año, entre el 1-2% en los meses de junio-julio y solo podrían alcanzar el 2% en los meses de agosto y septiembre. El agua se devolverá aguas arriba de la captación, cumpliendo rigurosamente con todos los parámetros exigidos en el Plan Hidrológico Galicia Costa 2021-2027.
El proyecto está planteado para cumplir estrictamente con la normativa de aplicación en el caudal del Ulla en materia de temperatura. Es decir, cumplir de forma simultánea y en todos los momentos del año, incluso en las épocas de mayor sequía, las dos condiciones que se establecen para la temperatura de los vertidos al río: que no superen en ningún caso los 27 grados y que, una vez mezclado con el caudal del río, este no experimente en ese punto una variación de temperatura superior a los 3 grados, por encima o por debajo. En todo caso, los valores reales serían más bajos y definidos durante la ingeniería de detalle.
Además, apuntan desde Altri, durante proceso de tramitación ambiental se ha conseguido minimizar la cantidad de nutrientes aportados al caudal. Estas reducciones del 43% de nitrógeno y del 73% de fósforo, se han logrado al incorporar etapas adicionales al proceso inicial, probadas técnicamente a escala industrial, después de estudiarlo conjuntamente con especialistas en la materia.
La fábrica, explican, no consumirá agua, sino que la utilizará y la devolverá al río una vez depurada. Para garantizar todo este proceso, la planta contará con un sistema de control y seguimiento en el que se monitorizará el agua 24 horas al día los 365 días del año y que estará conectada en tiempo real con las autoridades, que podrían paralizar la actividad ante cualquier incumplimiento. Además, habrá depósitos de seguridad que, ante cualquier incidencia que se detecte en los análisis que se harán de forma permanente, permitirán contener la devolución de agua durante 48 horas, permitiendo actuar de inmediato para solucionarlo.
“En definitiva –asegura Pedro Baptista–, sabemos que hay tres grandes preocupaciones en relación con el agua: el mantenimiento del caudal, la temperatura y la calidad de las aguas. Y estoy en disposición de asegurar que la actividad de GAMA no va a comprometer ninguna de las tres cosas y que contamos con todos los sistemas de prevención y control para evitarlo”.