El ejército ruso lanzó ayer un ataque con drones y misiles de alta precisión contra objetivos críticos de la infraestructura ucraniana y el sector gasístico, según informó el Ministerio de Defensa de Rusia en su parte de guerra diario a través de Telegram.

“La Fuerza Aeroespacial de Rusia lanzó un ataque con armas de alta precisión y largo alcance de emplazamiento aéreo y drones contra objetivos de la infraestructura energética y el sector gasístico de Ucrania”, señaló el mando ruso. Según esta fuente, el ataque “detuvo el trabajo de las empresas de la industria militar que fabrican y reparan armamento, equipamiento bélico y municiones”. Además, añadió que “todos los objetivos del ataque fueron alcanzados”.

Las autoridades ucranianas afirmaron que al menos una persona murió en este ataque con misiles de crucero contra la infraestructura crítica en la región de Leópolis, en el oeste del país. El jefe de la Administración Regional Militar, Maksim Kozitskí, informó en Telegram que un edificio administrativo quedó destruido y un hombre falleció como resultado del ataque. La alerta aérea duró una hora y media en la región. A diferencia del 2023, cuando centró su ofensiva en las estaciones distribuidoras y transformadores del sistema energético ucraniano, Rusia se concentró en las plantas de generación. Esta última acción causó daños mucho más difíciles de reparar.

Golpes estratégicos

Los peores ataques rusos contra el sistema eléctrico de Ucrania el pasado día 22 dañaron o destruyeron el 80% de la capacidad de generación de energía térmica del principal proveedor del país, DTEK, indicó su director ejecutivo, Dmitró Sajaruk. De acuerdo con esta fuente, tras la ofensiva ejecutada la pasada semana, el día 29 se produjo el segundo mayor bombardeo contra las instalaciones de esta empresa energética. 
 

Un total de cinco de seis centrales térmicas resultaron gravemente dañadas y algunas unidades quedaron destruidas completamente, indicó Sajaruk a través de la televisión nacional. A su vez, el presidente de Centernergo, Andrí Jota, señaló a la agencia Interfax-Ucrania que su central térmica en la región oriental de Járkov quedó totalmente devastada por los ataques rusos.