8º-14º
sábado | 8 marzo | 2025
Con la llegada del otoño, es fundamental prestar especial atención tanto a la salud física como emocional. Las bajas temperaturas y la reducción de horas de luz pueden afectar significativamente el bienestar general, generando no solo problemas físicos como catarros y gripes, sino también influyendo en el estado de ánimo y la salud mental.
El cambio de estación trae consigo un clima más frío, lo que hace que el organismo sea más vulnerable a enfermedades respiratorias. Además, estos cambios afectan las rutinas diarias, reduciendo la actividad física y en ocasiones desmotivando el cuidado del cuerpo. Durante el otoño, es común observar un aumento en la caída del cabello, acompañado de una tendencia a vestir con colores más neutros, lo que puede reforzar una actitud más apagada o melancólica.
Sin embargo, no debe permitirse que esta época se convierta en un sinónimo de dejadez. Mantener una rutina de ejercicio físico y una dieta equilibrada es esencial para fortalecer el sistema inmunológico y mantener el cuerpo activo y con energía. El ejercicio no solo mejora la circulación sanguínea, lo que incrementa la defensa del organismo frente a virus, sino que también impacta positivamente en el estado emocional.
El otoño es también una estación en la que muchas personas pueden experimentar una disminución en el estado de ánimo debido a la reducción de las horas de luz solar. Esta disminución afecta la producción de melatonina, una hormona encargada de regular el sueño, provocando sensaciones de somnolencia, cansancio y, en ocasiones, tristeza. Estos cambios pueden derivar en lo que se conoce como Trastorno Afectivo Estacional (TAE), caracterizado por apatía, letargo, falta de energía, alteraciones en el apetito y una disminución del interés en actividades que solían resultar placenteras.
En Galicia, los datos de la Encuesta Europea de Salud de 2022 indican que un 5,54% de la población sufre de depresión, una cifra superior a la media nacional. Este dato pone de relieve la importancia de cuidar la salud mental en esta época del año, ya que, si no se toman medidas, los síntomas del TAE pueden prolongarse hasta la primavera.
“Muchas veces tratamos de cuidarnos emocionalmente cuando más lo necesitamos, por ejemplo, en épocas de cambios, y no somos conscientes de que el autocuidado es algo que se cultiva en el día a día, no solo en momentos de urgencia. Quiero decir, no hay soluciones mágicas, todo lo que hayamos hecho anteriormente nos va a ayudar en el momento presente. Y lo que no hayamos hecho hasta ahora también se va a notar. En otoño venimos de una época donde las rutinas cambian o directamente no las hay, y necesitamos retomarlas. Solemos asociar rutinas a obligaciones, pero es importante incluir en nuestras rutinas espacios de autocuidado. Esperar a que todo el autocuidado suceda en nuestras vacaciones o fines de semana es un error, ya que llegamos agotadas, estresadas, y realmente no disfrutamos de ese tiempo todo lo que necesitaríamos. También me parece importante destacar que el autocuidado no son actividades o tareas. Es una relación con uno mismo, cómo nos tratamos es fundamental. Es necesario que la reguemos cada día”, afirma la psicóloga Lucía López.
Para cuidar tanto la salud física como la mental durante esta época, es importante adoptar hábitos saludables. Retomar una rutina de ejercicio físico no solo es beneficioso para el cuerpo, sino que también ayuda a combatir la tristeza otoñal al estimular la producción de hormonas como la serotonina, que mejora el estado de ánimo. Salir a realizar actividades al aire libre, siempre que el clima lo permita, también es una manera de aprovechar la luz solar disponible y aumentar la energía.
Una dieta equilibrada y rica en nutrientes es otra clave para mantener el bienestar en esta estación. Cuidar la alimentación no solo fortalece el sistema inmunológico, sino que también influye en el estado de ánimo. El ejercicio y una buena nutrición deben ser considerados como parte esencial de la rutina, no como una carga o esfuerzo adicional.
Además, el contacto social es fundamental para la salud emocional. Pasar tiempo con amigos o seres queridos, compartir actividades, o incluso tener momentos de descanso en compañía, ayuda a combatir el aislamiento y la soledad que suelen surgir con el cambio de estación. Si los sentimientos de malestar persisten, es recomendable buscar apoyo profesional, como la terapia psicológica, para gestionar de manera adecuada los posibles síntomas de depresión o ansiedad.
El ejercicio físico y una dieta equilibrada no solo mejoran la salud física, sino que también son esenciales para la organización de la rutina diaria y el aumento de la seguridad en uno mismo. En un contexto en el que las cifras de sobrepeso y obesidad en España son preocupantes, con un 44,9% de los hombres y un 30,6% de las mujeres afectados, y en Galicia, donde un 39% de la población sufre de sobrepeso y un 16,5% de obesidad, es necesario considerar el deporte y la alimentación como pilares fundamentales de un estilo de vida saludable.
