Ana Vanessa Serén, la mujer de 44 años que el sábado fue abatida a tiros por su expareja, guardia civil, en la entrada del camping de Oia (Pontevedra) en el que trabajaba y en presencia de niños, presentó hasta dos denuncias contra su novio y verdugo, logró el alejamiento, y su caso, catalogado de riesgo medio, obligó a los agentes a realizar 56 intervenciones en un mes y poco.
La víctima mortal estaba bajo protección policial desde abril. El equipo de mujer-menor (EMUME) de la Comandancia de la Guardia Civil de Pontevedra era el encargado, desde que Ana recurrió a la justicia en contra de Víctor (que se suicidó tras el crimen) después de ser agredida.
Consiguió la denunciante una orden de alejamiento y una prohibición de comunicación.
Un juzgado de Tui, el de instrucción número uno, tenía abierta una investigación judicial por violencia de género contra el hombre. A la mujer se le requirió acreditar vía parte las lesiones, algo que hizo, y su letrada solicitó que Ana Vanessa pudiese acceder al domicilio del investigado para recoger sus cosas, para lo que se le dio expreso consentimiento, con el auxilio además de las fuerzas y cuerpos de seguridad.
La subdelegada del Gobierno en Pontevedra, Maica Larriba, ha dicho a la prensa que el caso de Ana Vanessa estaba catalogado como de "riesgo medio" en el sistema policial de protección de las víctimas de género y ha concretado que los agentes de la Guardia Civil intervinieron hasta 56 veces para proteger a la víctima, una de ellas muy "recientemente".
El presunto asesino tenía retiradas las armas, si bien seguía trabajando, únicamente en labores de atención a la ciudadanía.
El delegado del Gobierno en Galicia, José Ramón Gómez Besteiro, ha dicho este lunes que el arma utilizada por Víctor no era reglamentaria, pues no tenía acceso, con lo cual era ilegal.
El supuesto autor del crimen estuvo toda la mañana esperando a que Ana Vanessa saliese de su trabajo sentado en el interior de una furgoneta. Así lo ha confirmado durante esta jornada en declaraciones a la prensa la directora del camping O Muíño, Beatriz González, que ha descrito como “una situación muy dramática” la vivida en este municipio del Baixo Miño.
“Una furgoneta estuvo a lo largo de la mañana en la entrada del camping, sí, varias personas la habían visto”, ha concretado González.
El asesinato, declarado crimen machista, ocurrió a plena luz del día, poco después de las cuatro de la tarde, cuando Ana Vanessa acabó su jornada laboral.
Después de disparar, su ex huyó al volante del vehículo en el que la había aguardado y se refugió en un monte donde fue acorralado para que se entregase y acabó matándose.
La conselleira de Promoción do Emprego e Igualdade de Galicia, María Jesús Lorenzana, ha instado este 5 de mayo a revisar los errores del sistema de protección a las víctimas de violencia machista.
Ha hecho estas declaraciones tras participar en un minuto de silencio del Gobierno gallego en repulsa por este crimen, ocurrido este fin de semana.
Lorenzana ha considerado que "lo grave" en este caso es no haber sido "capaces de controlar al agresor para que no incumpliese la orden de alejamiento", ha lamentado.
Un equipo del número teléfono 016 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 52 idiomas diferentes, al igual que el correo 016-online@igualdad.gob.es; también se presta atención mediante WhatsApp a través del número 600000016, y los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10.
En una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062) y en caso de no poder llamar se puede recurrir a la aplicación Alertcops, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.