El 58,1% de los usuarios de Atención Primaria (AP) tiene que aguardar una semana o más para lograr una cita en AP, cuatro puntos más que en verano, y para el 27,2% la espera se prolonga durante once días, según el Barómetro Sanitario publicado ayer por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
La tercera oleada de la encuesta, realizada en octubre, refleja una bajada de tres puntos de la valoración ciudadana del sistema sanitario: si en julio un 60,1% tenía una opinión positiva, en la actual desciende al 57,5%.
Más de un cuarto, el 27,1%, piensa que el sistema funciona bien pero necesita cambios fundamentales y suben hasta el 15% (frente al 11,4% de la oleada precedente) los que creen que deben ser profundos. De una escala del cero al diez, el grado de satisfacción con la sanidad pública se sitúa en 6,24 sobre 10 de media.
De entre todos los servicios públicos, los más apreciados siguen siendo las urgencias 061 y el 112 (7,44), por delante de la asistencia a pacientes ingresados (7,27) y las consultas de AP (6,41), que superan a las de los especialistas (6).
De acuerdo con el CIS, tres cuartas partes de los ciudadanos, el 75,8%, fue a un centro de salud público en el último año y un 18% recibió asistencia sanitaria. Solo el 20,7% de los que pidieron cita la tuvo el mismo día: el tiempo medio de espera para la consulta volvió a superar los nueve días (9,48), cuando en verano era de 8,57.
El servicio más valorado es el personal de Enfermería y la confianza que transmite (7,89), seguido del personal médico y la confianza y seguridad que dan (7,77) y la información que reciben sobre sus problemas de salud (7,42) y el conocimiento y seguimiento que se les hace (7,20).
Un 80,9% califica de buena o muy buena la asistencia recibida (tres puntos menos que en la oleada anterior) y la mayoría (61,7%) de los que tuvieron un problema de salud en el último año y necesitaron hablar con su médico lo pudieron hacer.
Por el contrario, fue imposible para el 10,7%; de ellos, un 31,9% porque la cita le llegó “para muchos días después y acabó yendo a urgencias”, y un 22,2% porque cuando la obtuvo ya no le resultaba necesaria; otro 10% acabó yéndose a la privada porque le daban cita para muchos días después.
También se les preguntó si la situación que dibujan los medios les afectó en algo, pero más de la mitad (53,2%) contestaron que no, mientras que el 21,5% respondió sentirse algo afectada y un 21,6% bastante.
Por otra parte, el 45% de la población fue al especialista en los últimos doce meses; de ellos, solo el 22,2% esperó menos de un mes, frente al 42,1% lo hicieron entre uno y tres y el 34,7% que aguardaron más de tres meses.
Con todo, un 82,8% define la atención como buena o muy buena, siendo lo más valorado la confianza y seguridad del personal médico (7,7) y la información recibida sobre su problema de salud (7,6). Aquí se iguala más la preferencia por centros públicos o privados, y mientras un 39,7% opta por los segundos, el 56,8% se queda con los primeros.
En el último año, el 8,6 % de los ciudadanos estuvo ingresado y el 75,4% escoge los hospitales públicos y un 20,5% los privados.