Un incendio declarado a las cinco de la madrugada de este viernes en la residencia psicogeriátrica Jardines de Villafranca, en Villafranca de Ebro (Zaragoza), ha causado diez muertos y dos heridos graves, todos ellos a causa de la inhalación de humo.
Este suceso, el segundo de estas características que golpea a Aragón, ha sido el más grave en centros de mayores en España en este siglo, aunque en este caso se trata de un centro en el que convivían personas de distintas edades, desde los 25 años hasta ancianos, algunos con graves problemas de salud mental, otros totalmente dependientes y algunos que podían llevar una vida autónoma.
El fuego en la residencia, según las primeras hipótesis aportadas por la gerente de la asociación Arade, que gestiona el centro, Paquita Morata, ha podido iniciarse por un cigarrillo en una habitación.
Las llamas han quedado confinadas en una sola habitación, pero generaron una gran cantidad de humo que se extendió al resto del ala, separada de la otra por una puerta cortafuegos, y cuya inhalación se estima como la causa probable de los fallecimientos.
Fueron las dos trabajadoras que realizaban el turno de noche las que avisaron a emergencias tras saltar la alarma y procedieron a evacuar a los residentes con la ayuda de la alcaldesa, Volga Rodríguez, y otros vecinos mientras llegaban los servicios de bomberos y Guardia Civil, ambulancias y equipos de psicólogos y trabajadores sociales.
El 061 ha atendido en el lugar de los hechos a 32 residentes y a un guardia civil, todos ellos por inhalación de humo y con pronóstico leve, salvo dos heridos graves, que han sido trasladados al Hospital Royo Villanova: un varón de 65 años ingresado en la UCI con pronóstico grave y otro de 72, que ya está en planta.
Los familiares han ido llegando con cuentagotas hasta la residencia para conocer el desenlace, como Susana, que tenía a su suegro ingresado desde hace un mes, o Pilar y Manuel Train, cuyo padre reside en el centro desde hace diez años, y que han salido aliviados tras conocer que se encontraban bien.
Luego el ayuntamiento ha habilitado un espacio donde familiares de residentes y de las víctimas han podido ser atendidos por psicólogos e informados sobre el suceso en la residencia, un edificio de una planta ubicado entre campos en las afueras del municipio.
A raíz del suceso se ha abierto una investigación y la Guardia Civil, apoyada por técnicos de Logroño, trabaja para determinar las causas exactas del incendio cuyo resultado el delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, ha calificado de desolador.
La gerente de Arade ha asegurado que la residencia cumplía con las normativas y realizaba simulacros anuales y ha destacado la labor de las trabajadoras del centro para evitar un número mayor de víctimas.
La residencia, inaugurada en 2008, tiene 72 plazas para mayores dependientes y personas con enfermedad mental y en el momento del incendio estaban ocupadas 70, aunque una de las mujeres estaba ingresada en el hospital.
Los 57 residentes que han resultado ilesos han sido trasladados a la residencia Vitalia de Huesca, donde permanecerán el tiempo que el Gobierno de Aragón "estime conveniente", como ha informado el director de operaciones del Grupo, Antonio Morales.
El presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha decretado un día de luto oficial en la comunidad y se ha desplazado también a la residencia para transmitir su apoyo a los afectados y trabajadores y conocer el estado de las instalaciones, con las que el ejecutivo tiene concertadas 32 plazas. También ha visitado a los familiares de los heridos en el hospital.
Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y otros miembros del Gobierno como la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la de Educación, la aragonesa Pilar Alegría, el titular de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, o el expresidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, han expresado su pesar por la tragedia. Condolencias a las que se han sumado también otras instituciones como la Diputación de Zaragoza o las Cortes de Aragón.
Desde la Federación de Servicios Públicos de Comisiones Obreras Aragón han aprovechado para denunciar las deficiencias en las ratios de personal como una debilidad del modelo de cuidados aragonés.
Este incendio supera en número de víctimas al de 2015 en la residencia Santa Fe de Cuarte de Huerva (Zaragoza), donde murieron nueve personas, por lo que se ha convertido en el más trágico en centros de mayores en lo que va de siglo en España.