La ministra de Sanidad, Mónica García, avanzó este lunes que antes de que acabe el año la cartera común de servicios ampliará de once a 18 los cribados neonatales para detectar enfermedades congénitas en recién nacidos, conocidos como prueba de talón.

Tras el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de aumentar paulatinamente el abanico de estos análisis hasta principios de 2025, García desgranó el calendario que baraja el Ministerio de Sanidad para “homogeneizar” en toda España su realización.

Actualmente, la cartera común de servicios cubre siete cribados, aunque hay comunidades que contemplan hasta una cuarentena. “En las próximas semanas”, la intención es llegar a once e ir ampliándolas a 18 antes de que acabe 2024 y a 23 en el primer trimestre de 2025. Los cuatro nuevos cribados serán déficit de biotinidasa, enfermedad de la orina con olor a jarabe de arce, homocistinuria e hiperplasia suprarrenal congénita, informó Sanidad.

El Ministerio y las comunidades ya acordaron en enero incorporar dos nuevos cribados –para cardiopatías congénitas y tirosinemia–, que se añaden a los que ya se llevan a cabo para detectar hipotiroidismo congénito, fenilcetonuria, fibrosis quística, deficiencia de acil-coenzima A-deshidrogenasa de cadena media, deficiencia de 3-hidroxi-acil-coenzima A-deshidrogenasa de cadena larga, acidemia glutárica tipo I y anemia falciforme.

Se trata de garantizar “el derecho al acceso a la protección de la salud de todos en cualquier lugar de nuestro país”, resaltó la ministra. “Queremos que la cartera básica sea unánime y que todos los niños y padres tengan la certeza de que van a poder diagnosticar precozmente enfermedades que tienen solución antes de que se vayan desarrollando”.

La prueba del talón permite el diagnóstico de patologías metabólicas poco comunes que, si se dejaran a su evolución natural, comprometerían la vida y el desarrollo intelectual de las personas al tratarse de dolencias que suponen una carga económica muy importante.