La gripe ha sido “infradiagnosticada e infravalorada” también en la población infantil, cuando es mucho más que un catarro con fiebre: la incidencia rebasa el 45% y siete de cada diez ingresos hospitalarios –con tasas que igualan las de los adultos– se dan en niños sanos sin factores de riesgo.
Así lo manifestaron pediatras y personal de Enfermería en la jornada ‘Vacunación antigripal pediátrica’ promovida por el Consejo General de Enfermería en colaboración con AstraZeneca, en la que incidieron en el error de banalizar este virus y en la importancia de la vacunación pediátrica y del adulto.
De media, la gripe ocasiona cada año en España 58.640 consultas en Atención Primaria y 4.239 ingresos de menores de cinco años, de los que 822 son graves y 249 llevan a la UCI, subrayó Jaime Pérez, presidente de la Asociación Española de Vacunología.
Es el grupo que más riesgo tiene de complicaciones. Cada año mueren de media ocho niños de menos de cinco años (entre 20 y 30 en toda la edad pediátrica), aunque en la temporada 2017-2018 llegaron a los 56. La vacuna reduce el 93% de los ingresos.
Con una cobertura del 56%, las vacunas inactivadas y la atenuada intranasal disponibles actualmente tienen una efectividad del 76%, reducen un 90% las consultas en Primaria, el 74% de las urgencias y el 93% de los ingresos, destacó el subdirector de Gestión de Cuidados y Enfermería Sanitaria en el Área IV de Oviedo, Emilio Velasco.
Y ello sin que estos fármacos se asociasen a un incremento de la infección respiratoria, de las convulsiones febriles o enfermedades autoinmunes tras su administración. Cada temporada, el inicio de brote epidémico en niños antecede en dos semanas al de adultos y suponen un vector de difusión de la enfermedad; en su comienzo, más del 60% de los contagiados son menores de catorce años, que juegan un “papel fundamental en la transmisión a grupos de riesgo vulnerables” y acarrean un gran consumo de recursos sanitarios.
“La gripe no es enfermedad banal, es una amenaza impredecible”, advirtió Francisco Álvarez, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría.
El experto recordó que los grupos de edad de cero a cuatro años y de cinco a 17 años son los que acumulan la mayor incidencia, con cifras que superan el 45%.
Aunque lo normal es que la gripe curse de forma leve, “puede producir complicaciones importantes”. De hecho, la tasa de hospitalización de los menores de dos años iguala e incluso supera a la de los mayores de 65 años, alcanzando los 40 casos por cada 100.000 habitantes, con la diferencia de que en su mayoría están sanos: dos de cada tres no tenían factores de riesgo precedentes.
Igual ocurre en las UCI, donde el 56% de los menores ingresados por gripe no tenían patologías previas. Ante estos datos, “hay que vacunar a los niños”, en primer lugar para protegerlos a ellos, y después a su entorno, que puede estar lleno de personas vulnerables, como sus abuelos y que también se tienen que proteger con un pinchazo.