Los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y de la Policía Judicial de la Comandancia de Cádiz han determinado que la narcolancha que pilotaba Francisco Javier M. P., alias Kiko el Cabra, no fue la que embistió y mató a los agentes en el puerto de Barbate.
Según han informado a EFE fuentes próximas al caso, fue otra que estaba en el puerto el pasado 9 de febrero la que embistió a la patrullera.
Tras las pesquisas del equipo conjunto de investigación se puede concluir -dice le informe- que la única embarcación de alta velocidad que arremetió en ese puerto en la noche del día 9 de febrero hasta seis veces contra la patrullera no fue la narcolancha intervenida al día siguiente y por la que están en prisión seis personas, entre ellas Kiko el Cabra.
Por ello, descartan la participación de los investigados en los hechos, es decir, en la perpetración de los delitos de asesinato y atentado, aunque no al delito de contrabando.
Las fuentes han precisado que será ahora la autoridad judicial la que decida sobre la situación procesal de los seis investigados.
Los investigadores han visionado los vídeos y la secuencia de los hechos y han llegado a la conclusión de que la lancha que fue intervenida no fue la que impactó contra la patrullera y acabó con la vida de los agentes David Pérez y Miguel Ángel González.
En sus declaraciones en el juzgado, los seis arrestados negaron en todo momento que fueran ellos los que viajaban en la narcolancha que embistió a los guardias civiles.
Ante las dudas suscitadas, el juzgado de Barbate que investiga el caso pidió a un juzgado de la localidad cercana de Chiclana de la Frontera que le informara sobre el hallazgo de otra embarcación similar en su costa al día siguiente de los hechos.
Y es que el titular del juzgado quería indagar en esta otra narcolancha, con una antena, a petición de la defensa de uno de los seis encarcelados como supuestos autores de las dos muertes.
Los seis acusados han coincidido en afirmar que aquella noche estaban en el puerto de Barbate en una narcolancha de cuatro motores y dos antenas, pero que no embistieron la embarcación de los agentes.
Lo que sí hicieron fue grabar con sus móviles lo que ocurrió, unas imágenes que sus defensas remitieron al juzgado para que fueran analizadas, lo que se ha hecho.