La Asociación Española de Investigación sobre el cáncer (Aseica) ha reclamó ayer el reconocimiento del médico-investigador en el Sistema Nacional de Salud (SNS), un colectivo “primordial” para afrontar el aumento de casos del cáncer que se espera para la próxima década.

“El cáncer es una de las grandes lacras de la humanidad” y, aunque en los últimos años la esperanza de vida subió hasta el 60%, “aún queda un gran trecho para la mejora, una mejora que solo vendrá de la mano de la investigación porque sin investigación no hay avance”, advirtió el oncólogo y presidente de la Real Academia Nacional de Medicina, Eduardo Díaz Rubio. 

En España hay muchos médicos-investigadores en los hospitales pero estos profesionales, que son los que más cerca están del paciente, “tienen francos problemas para investigar porque su trabajo está organizado en torno a la labor asistencial”, explicó el jefe de servicio en el hospital 12 de Octubre, Luis Paz-Ares.

Labor “voluntarista”

Estos médicos, añadió el oncólogo del hospital Universitario Marqués de Valdecilla, Ignacio Durán, no tienen el tiempo de investigación regulado ni reconocido, lo que les obliga a investigar después de su jornada laboral y a hacerlo de manera “voluntarista” y esa falta de apoyo institucional hace que al final e abandonen la investigación.

Además, los médicos que investigan ven penalizado su trabajo porque “no se contabiliza ni se reconoce como méritos en la carrera profesional”, explicó Durán.

Para revertir esta situación, la presidenta de Aseica e investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), Marisol Soengas, presentó ayer un documento con propuestas para implementar la figura del médico-investigador, una categoría del personal médico que está reconocida en la Ley de Ciencia pero que los gobiernos autonómicos siguen sin desarrollar.

El texto propone que la categoría del médico-investigador en el SNS tenga reconocido y protegido “un tiempo dedicado a la investigación” complementario a su dedicación asistencial. Otra propuesta de Aseica es reconocer la trayectoria profesional del investigador y los sexenios dedicados a la investigación de excelencia fuera y dentro de España para avanzar en la carrera profesional. También es esencial que el trabajo de estos médicos vaya acompañado de financiación pública.

Por último, proponen regular la acreditación de los departamentos clínicos de los hospitales para que los servicios de salud autonómicos reserven plazas a los médicos-investigadores, apostar por la formación en investigación desde la universidad, y facilitar la actividad innovadora dentro del SNS.

Todas estas medidas ayudarán a impulsar la labor de los médicos -investigadores, un colectivo que “va a hacer mucha falta” si queremos lograr el objetivo de la Comisión Europea de que para 2030 al menos el 30% de los pacientes de cáncer sean tratados en centros de excelencia, es decir, aquellos hospitales que combinen “tratamiento e investigación”, advirtió Durán.