El salto a la gran pantalla del fontanero más famoso de los videojuegos, Mario, constituye un nuevo paso en su evolución y una maniobra simbólica en este 2023, cuando se cumple el 40 aniversario de la consola doméstica que lo vio despuntar y sentaría las bases de la industria actual, la Famicom.
El lanzamiento de "Super Mario Bros.: la película" el pasado abril ha reavivado el incombustible interés por el personaje de Nintendo y sus compañeros de franquicia, y reportado una nueva fuente de ingresos para la empresa japonesa, que se alió con la productora estadounidense Illumination para su aventura cinematográfica.
La película, un tributo al rico universo creado en los juegos de la serie, lleva recaudados más de 1.345 millones de dólares a nivel mundial, según la web especializada Box Office Mojo. En torno al 7 % del total es en Japón, donde sigue en salas y se situaba esta semana en el puesto 27 de las películas más taquilleras del país.
El éxito de Mario es indivisible del juego que lo vio dar el gran salto hacia el público, "Super Mario Bros.".
Aunque los orígenes del personaje se remontan a 1981, con su aparición en la recreativa "Donkey Kong" bajo el nombre Jumpman, ejerciendo la carpintería antes que la fontanería, y bajo su nombre actual en la también recreativa "Mario Bros.", de 1983, fue "Super Mario Bros." (1985), de la Family Computer (Famicom), donde despuntó.
"La Famicom lo catapultó al estado de superestrella y lo convirtió en uno de los personajes más reconocibles del mundo. Los juegos de Mario de hoy son diferentes en muchos aspectos, pero las mecánicas básicas, los personajes y la trama todavía se reflejan en ellos hoy en día", señala a EFE el analista de videojuegos Serkan Toto.
En un nuevo velado homenaje a estos orígenes, Nintendo anunció hace unas semanas un nuevo juego en 2D, "Super Mario Bros. Wonder", que se lanzará en octubre.
"No es exagerado decir que la introducción de Famicom salvó a la industria de los videojuegos", dice Toto. "Es la primera consola que realmente permitió a los desarrolladores producir gráficos claros, bandas sonoras reales y contar historias" más profundas, añade.
Lanzada el 15 de julio de 1983 en Japón, Famicom "es la piedra angular del estatus de Nintendo como la compañía de videojuegos más icónica del mundo y es amada por los jugadores hasta el día de hoy", asegura el analista.
El rico y extenso catálogo de juegos de Famicom todavía se usa en su consola más reciente, Switch, para las decenas de millones de suscriptores de sus servicios de pago y los cartuchos originales siguen siendo hoy objetos de coleccionista codiciados en el mercado de segunda mano, donde alcanzan precios desorbitados.
La Famicom fue un éxito de ventas en Japón, donde vendió medio millón de unidades en apenas dos meses, pero su penetración en mercados extranjeros sería más compleja y transformaría el entorno.
Estados Unidos, el área desde la que tradicionalmente se expandía este mercado al exterior, había dado la espalda a los videojuegos tras la debacle de Atari a principios de los años 80 y el entonces presidente de Nintendo América, Minoru Arakawa (yerno del presidente de la matriz, Hiroshi Yamauchi), se embarcó en una odisea para distribuir personalmente la máquina adaptada en establecimientos, primero de Nueva York, posteriormente en otras ciudades.
Famicom se lanzaría en territorio estadounidense en 1985 bajo el nombre Nintendo Entertainment System (NES), el mismo que se usaría en Europa y otros territorios, donde se extendió apelando en buena parte al deseo de los consumidores de comprar "el nuevo sistema de videojuegos donde jugar el juego de Mario", según relata "The Ultimate History of Video Games" (2001), del periodista californiano especializado en la industria Steven L. Kent.
La Famicom/NES vendería 61,91 millones de unidades de consolas y más de 500 millones de cartuchos en su vida comercial, según cifras oficiales, su mando sentaría precedente y el modelo de desarrollo y negocio construido en torno a ella sería la base sobre la que todavía hoy se asienta el sector, en especial la jerarquía de los "first-party" y "third-party".
En su seno nacerían, además, algunas de las franquicias más memorables de la historia de los videojuegos, entre las que se encuentran no sólo Mario, sino títulos como "The Legend of Zelda", "Metroid", "Castlevania" o "Dragon Quest".