La meteorología registrada durante la tarde de ayer en la zona afectada por el incendio forestal de Villanueva de Viver (Castellón) dio una “ventana de oportunidad” que permitió “reducir mucho la llama” y que los medios de extinción trabajasen para refrescar, repasar y asegurar la zona.
Así lo indicó la consellera de Justicia tras reunirse con el Puesto de Mando Avanzado (PMA) en Barracas, donde le trasladaron que la reducción de la llama fue “muy importante” para evitar que el incendio avanzara hacia las poblaciones amenazadas y también hacia el Parque Natural de Espadán.
Durante esta pasada noche, siguieron trabajando los medios terrestres y los drones de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que permitirán ir detectando todos los puntos calientes para poder seguir refrescando la zona y evitar que se reproduzca el fuego, y también planificar la actuación de los medios aéreos y terrestres.
La consellera destacó que esta noche el nivel de humedad alcanzaría casi el 90%, “lo cual es muy positivo para seguir reduciendo la llama”, aunque advirtió de que esto no significaba que se estuviese “en el final del incendio, aún quedaría porque todo el perímetro está muy caliente”, incidió.
“Aunque se redujese mucho la llama, sigue activo por la gran intensidad de calor que almacena y, por lo tanto, es necesario, tal y como me ha trasladado la dirección del PMA, mantener mañana los mismos medios de extinción, tanto aéreos como terrestres”, explicó Bravo.
Según dijo, se va a seguir trabajando en dos zonas: en el flanco cercano a la población de Fuente de la Reina, donde en el mediodía de ayer ya estaba “bastante reducida la llama”, y en el flanco que más preocupaba ayer, la zona de Montán, en dirección a Montanejos, “para evitar que las llamas alcanzaran la Sierra de Espadán”.
Tras mostrar su apoyo y solidaridad con las personas que llevan “tantos días fuera de sus casas”, les comunicó que los profesionales de la extinción “están trabajando sin descanso para poder extinguir este incendio y permitirles que puedan recuperar su normalidad”.
“Estamos preocupados por ellos porque sabemos que lo están pasando mal, pero queremos trasladarles que todo se ha hecho por garantizar la seguridad”, indicó Bravo, quien también agradeció el esfuerzo de los profesionales que trabajan en la extinción porque “han sido seis días muy duros”. Según Bravo, es necesario “un esfuerzo más, estar ahí, que no decaigan las fuerzas”, porque “queda poco para poder parar esto”, y prosiguió, “es verdad que aún queda una noche dura y mañana (por hoy) una jornada dura, sobre todo porque es fundamental esta ventana de oportunidad que nos da la meteorología”.
“El jueves, cuando vuelva otra vez el viento de poniente y una meteorología mucho más adversa, estaremos mucho más preparados”, subrayó la consellera, quien indicó que no había variado el perímetro del incendio –55 kilómetros ni la superficie afectada -unas 4.600 hectáreas–.
Aunque durante la mañana de ayer la evolución fue “complicada” por la inversión térmica que hubo en la zona de Montán y Montanejos, la evolución durante la tarde “ha sido muy positiva, porque se ha conseguido reducir mucho las llamas”.