Muere el diseñador Thierry Mugler a los 73 años

Muere el diseñador Thierry Mugler a los 73 años
Mugler, en Berlín, en una imagen de 2010/EFE/EPA/JENS KALAENE

El diseñador francés Manfred Thierry Mugler, creador icónico de las dos últimas décadas del siglo XX, ha fallecido inesperadamente a los 73 años, según hizo saber su marca homónima en redes sociales durante la pasada madrugada.


"Con una profunda tristeza, la Casa Mugler anuncia la muerte del señor Manfred Thierry Mugler. Un visionario cuya imaginación como costurero, perfumista y creador de imágenes dio poder a la gente en todo el mundo para ser más atrevidos y soñar más cada día", escribió la marca junto a una foto del diseñador en su juventud.


El agente del diseñador precisó al diario Le Monde que la muerte se debió a causas naturales, y que Mugler tenía aún proyectos y colaboraciones en marcha, algunos de los cuales iban a ser anunciados a principios de esta semana.


Mugler fue un pionero en el diseño y marcó la moda con sus creaciones teatrales, sus monos robóticos y sus arriesgados vestidos, que parecían recrear un estilo de ciencia ficción, ambición que plasmó en el teatro donde tuvo varios escarceos.


También tuvo un papel importante en el vestuario de estrellas como Michael Jackson, Madonna y Lady Gaga, y contribuyó a propulsar la carrera de top models de los años 90 como Naomi Campbell, Claudia Schiffer o Linda Evangelista.


Su perfume "Angel" es uno de los más vendidos de la historia. Tras haber declinado ofertas como la de dirigir el diseño de Dior, Mugler decidió retirarse de la cabeza de su propia marca en 2003, ahora en manos del grupo L'Oréal.


Paradójicamente, la muerte del creador llega en plena Semana de la Moda parisina, entre el final de las presentaciones de moda masculina y el inicio este lunes de los desfiles de Alta Costura.


En los últimos años, Mugler había sido objeto de una gran exposición retrospectiva de su obra, que arrancó en Montreal en 2019 y fue viajando por varios países, el último de ellos París, en octubre de 2021. 


Convirtió los desfiles en espectáculos

Nacido en Estrasburgo en 1948, Manfred Thierry Mugler fue antes que diseñador bailarín. Comenzó trabajando a los 14 años en la Ópera del Rhin, antes de viajar a París para tratar de hacerse un hueco en la danza.


Pero lo que llamó la atención no fueron sus pasos sino sus prendas, por las que empezó a ser contratado como estilista independiente en París, Londres y Milán.


Con tan solo 25 años decidió ir más allá y abrió su primera tienda, Café de París, un trampolín hacia lo que un año más tarde sería la sociedad Thierry Mugler, con la que empezó a vestir a las mujeres con una teatralidad futurista.


Decía que era el baile lo que le había enseñado "la organización del vestido, la importancia de los hombros, el juego y el ritmo de las piernas".


Partiendo del traje de sastrería de la década de 1940 con el que había triunfado Christian Dior, exageró las formas femeninas marcando los hombros, estrechando la cintura, alargando los escotes y dibujando unas artificiosas y voluminosas caderas.


Un dramatismo que explica la estrecha relación que durante toda su carrera Mugler trabó con cantantes como Madonna, Lady Gaga, Beyoncé y más recientemente la celebridad e "influencer" Kim Kardashian.


"Me ha imaginado como a una chica californiana que sale del océano, mojada, chorreando", decía Kardashian en la gala de los premios Met, en 2019, a la que llevó "el vestido mojado", cuya realización llevó ocho meses de trabajo.


Ese vestido esculpido fue el primero que diseñó Mugler en veinte años, tras haber soltado las riendas de su firma en 2003 para dedicarse al resto de sus pasiones: la fotografía, el vestuario de teatros y musicales e incluso la dirección teatral.


Teatral y futurista

La moda de Mugler encajó como un guante en los excesos de los 80, donde la mujer que proponía parecía transformarse en un robot o una sirena.


Su enorme sentido del espectáculo pasó a un nivel superior en el décimo aniversario de la creación de su marca, en 1984, cuando reunió a 6.000 personas en la sala de conciertos Zénith de París para mostrar su última colección.


Fue la primera presentación de moda pública en Europa a la que se podía acceder como a cualquier concierto, pagando una entrada que costaba 178 francos (27 euros), rememora el vespertino Le Monde, que recuerda aquella pasarela como "un concierto de rock".


En los años 90 llegó "Angel", un perfume en un frasco con forma de estrella que se convirtió en uno de los más vendidos de la historia y que llegó a disputarle el primer puesto al Nº 5 de Chanel.


Tantas excentricidades no acabaron con su enorme sentido de la independencia: Mugler rechazó la propuesta del empresario Bernard Arnault de dirigir Dior, como había rechazado algunos años antes trabajar en el vestuario de una película de Francis Ford Coppola.


Dior quedó al final en manos de un joven gibraltareño que estaba revolucionando la moda londinense con su estilo decadente, marcado por un sentido del dramatismo similar al de Mugler, John Galliano.


Amor por el teatro

En los últimos años de su vida Mugler vivió entre París y Nueva York, donde se dejó seducir por la enormidad de la ciudad y sus rascacielos.


Se volcó en espectáculos como "Mugler Follies", un musical transformista que triunfó en París y Berlín en 2013. Ya por entonces se negaba a ser considerado un objeto de museo, y solo en 2019 consintió que la ciudad de Montreal le dedicara una restrospectiva que ha viajado por el mundo y que llegó a París recientemente, donde el diseñador fue celebrado como un mito.


El yoga y el culturismo marcaron también su entrada en la vejez, y él mismo aparecía irreconocible estos últimos años entre sus músculos y sus repetidas entradas a los quirófanos de cirugía estética.


Su inesperada muerte, por razones naturales, este domingo a los 73 años, ha sorprendido a colegas y admiradores en el mundo de la moda, concentrado en París estos días por la celebración de las Semanas de la Moda de Hombre y Alta Costura.

Muere el diseñador Thierry Mugler a los 73 años

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