Mujeres en situación de prostitución enfrentan un alza de la violencia y las prácticas de riesgo

Mujeres en situación de prostitución enfrentan un alza de la violencia y las prácticas de riesgo
Una mujer porta una pancarta en el 8 de marzo sobre la prostitución | Aec

Las condiciones de las mujeres que se encuentran en situación de prostitución no dejaron de empeorar desde la pandemia, según denuncian las Oblatas en su informe ‘Prostitución y Trata 2022’ en el que advierten de un aumento de las prácticas de riesgo y la violencia.


Además, observan un incremento del consumo de sustancias tóxicas y su normalización y mayor riesgo de embarazo, enfermedades de transmisión sexual, secuelas a nivel psicológico y dificultad de para cubrir las necesidades básicas de estas mujeres así como el acceso a la vivienda debido a coyuntura económica y a la insuficiencia de las ayudas del Estado.


Estas conclusiones surgen de las asistencias a un total de 5.972 mujeres que los proyectos de las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor en la Provincia Europa (España, Italia y Portugal) realizaron a lo largo del pasado año (34,5% más que el año anterior). 


Del total, 4.570 eran mujeres en situación de prostitución; 803 en situación de exclusión y víctimas de otras violencias; 496 posibles víctimas de trata y 103 víctimas de trata identificadas por los Fuerzas de Seguridad del Estado.


Un total de 2.846 de las mujeres fueron atendidas en los lugares de ejercicio de la prostitución (el 47,3% en pisos; un 28,8% en clubes y un 18% en la calle o las carreteras), lo que demuestra –según señala el informe– que continúa la tendencia de años anteriores de que la prostitución se está trasladando de la calle a los pisos.

 

Aislamiento


“Esto conlleva dificultades en el acceso a las mujeres, que se encuentran más aisladas en estos espacios cerrados y contribuye a invisibilizar y ocultar aún más la realidad de la prostitución, favoreciendo la clandestinidad y desprotección de las mujeres”, indica el informe. Las Oblatas advierten, asimismo, de que los sistemas de control de los responsables de los pisos o clubes son más avanzados y menos visibles, lo que dificulta establecer una conversación fluida y abierta con las mujeres.


Y alertan de que observaron un aumento de situaciones conflictivas y de agresiones, “lo que provoca una mayor vulnerabilidad y exposición al riesgo de las mismas”.  En el caso de España (las Oblatas tienen doce proyectos en España, uno en Portugal y otro en Italia), el informe se refiere concretamente a los asentamientos de Almería y los invernaderos de Huelva, donde las mujeres se encuentran en infraviviendas chabolistas ubicadas junto a los invernaderos. 


En Murcia se detectaron supuestos bares donde las mujeres se presentan como camareras pero que están ejerciendo la prostitución. Las víctimas no reconocen que están en esa situación, pero sí que admiten que no pueden salir del local en el horario establecido. También hablan las Oblatas de Ferrol, donde observaron que en los entornos de las ferias o los festividades las mujeres ejercen la prostitución en bares de los alrededores.


El informe detalla, también,  que en el pasado año 2022 se contactó con 63 mujeres en situación de prostitución deslocalizada –que se realiza a través de contactos en internet y servicios a domicilios–. Este tipo de consumo dificulta el acceso a las mujeres por parte de las entidades y la detección e identificación de víctimas de trata. 

Mujeres en situación de prostitución enfrentan un alza de la violencia y las prácticas de riesgo

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