La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, aseguró ayer que Cataluña podrá disponer desde principios de junio del agua de la desalinizadora de Sagunto (Valencia), “si resulta necesario”, para garantizar los recursos hídricos en Barcelona y su área metropolitana ante la sequía.
Así lo dijo en rueda de prensa en la Conselleria de Acción Climática de la Generalitat en Barcelona, tras reunirse con el conseller, David Mascort, para analizar la situación de sequía en Cataluña, donde abordaron la ampliación de la desalinizadora de la Tordera (Girona) y la construcción de la del Foix (Barcelona) con 500 millones de euros a través de fondos europeos.
Este sábado, Ribera comunicó al presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, la intención de llevar agua en barcos desde la desalinizadora ubicada en Sagunto hasta Cataluña, para paliar la escasez de recursos hídricos en esta última, una solución que ve como la “técnicamente más sencilla y más viable”.
La ministra explicó que la desaladora de Sagunto comenzará a funcionar a su capacidad completa; que el coste de producción del agua lo asumirá Acuamed y el Gobierno; y que la Generalitat está trabajando en “cómo asumir la capacidad de transporte y recogida del agua” en Barcelona.
Preguntada por las declaraciones del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, donde defendía la solidaridad de la Comunidad Valenciana para transportar agua a Cataluña por la sequía, Ribera dijo que no ve “razonable que Feijóo se atribuya un mérito que no tiene” pero que le agradece su mensaje y considera que ante la sequía se requiere contención y ofrecer soluciones, en sus palabras.
Por su parte, Mascort celebró que el Ministerio haya puesto a disposición de Cataluña el agua de la desalinizadora de Sagunto para abastecer a Barcelona y su metrópolis este verano si es necesario.
Advirtió de que el transporte de agua en barcos es una “solución puntual para los equipamientos estratégicos cuando se dé la situación de que se tenga que traer agua” porque la situación de sequía en la región continúa sin cambios.
El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, recordó que son las comunidades las competentes en el abastecimiento del agua, aunque incidió en que el Gobierno siempre tenderá la mano a Cataluña y Andalucía, las qué más sufren la sequía.
Después de que el presidente andaluz defendiese avanzar en un “pacto por el agua” para cubrir a todos los territorios “sin egoísmos y sin particularidades”, Sánchez señaló que la implicación del Gobierno será “máxima”, pero que el canon del agua no lo pone el Gobierno.
Además, recordó el plan hidrológico del Ejecutivo, que lleva desde 2022 invirtiendo 13.000 millones, que serán 23.000 hasta 2027, para duplicar la capacidad de desalinización y reutilización del agua.