Lo que se elabora a mano siempre tiene un valor añadido, es especial y refleja el compromiso con una industria mucho más sostenible y ecológica, al mismo tiempo que revalorizamos el trabajo manual y cultural. La creciente demanda de productos hechos a mano se debe a que cada pieza es única. Aunque se basen en un patrón común, la fabricación manual asegura que no existan dos piezas iguales. Además, apoyar lo artesanal también significa contribuir a mantener viva la economía local. 

Deibrand es una firma gallega especializada en complementos elaborados a mano en crochet. La marca ha sido fundada por tres amigas y compañeras de trabajo: Alba Deibe, Paula Santos y Ángela Rodríguez. Además de su pasión por el crochet, estas tres jóvenes trabajan en una agencia de publicidad: Alba y Paula como especialistas en redes sociales y Ángela como directora de arte.

“Siempre decimos que somos como Hannah Montana, viviendo una doble vida. A veces sentimos el síndrome de la impostora, lo que nos lleva a no publicar fotos de nosotras mismas, prefiriendo que sean modelos quienes muestren nuestros productos. Agradecemos mucho a estos modelos por su ayuda, especialmente en esta etapa inicial. En cuanto al proceso creativo, solemos idear el producto y diseño entre las tres. Luego, Alba crea el patrón, yo me encargo de la fotografía y Ángela de la parte gráfica. En el día a día, las tres nos dedicamos a ganchillar los pedidos que van llegando”, explica Paula Santos.

Alba siempre estuvo rodeada de mujeres talentosas con habilidades excepcionales en el mundo de las manualidades. Su tía abuela era modista, su abuela crea auténticas joyas de encaje de bolillos, y su madre lleva toda la vida haciendo ganchillo. Desde pequeña, quedó fascinada por estas artes y comenzó a aprender encaje de bolillos bajo la tutela de su abuela. A lo largo de su niñez, disfrutaba especialmente del sonido de los palillos al chocar, pero con el tiempo, sintió que el encaje de bolillos no tenía muchas aplicaciones prácticas en las prendas del día a día, por lo que dejó de practicarlo. Hoy en día, Alba se arrepiente de haber abandonado esta práctica, ya que se le ocurren innumerables ideas que podría haber llevado a cabo. Durante la pandemia, Alba decidió retomar su amor por las manualidades y pidió a su madre que le enseñara a hacer crochet. 

“Me enganchó muchísimo y empecé a hacer accesorios tanto para mí como para algunas de mis amigas. Años después conocí a Paula y a Ángela. A Paula le hice una florecita para poner en el cuello y me dijo que le encantaría aprender a hacerla, así que nos pareció un planazo -al que Ángela se apuntó sin pensarlo- que viniesen a mi casa a tomarse a picar algo y tomarse un vino mientras les enseñaba los primeros puntos de crochet. Les encantó y empezamos a hablar de montar una marquita. Las tres nos dedicamos al mundo de la comunicación y el diseño así que creímos que teníamos el team perfecto para hacerlo: yo me encargaría de los patrones y de la parte creativa de la mano de Paula -ella también se encarga de los shootings-,  y Ángela de el tema de branding y todo lo que necesitamos de gráfico. Al final se les dio tan bien la aguja que las 3 acabamos haciendo los productos”, destaca Alba Deibe. 

En Deibrand se pueden encontrar bolsos, shoppers, capotas, casquetes, pañoletas, faldas e incluso pareos. La firma, cargada de personalidad, ya está realzando los looks de muchos gallegos. “El estilo de Deibrand es moderno, fresco y disruptivo. Es atrevido en cierto modo y también icónico. Lo que hacían nuestras antepasadas lo hemos convertido en los complementos del momento”, añade Ángela Rodríguez. 

Esta firma se caracteriza por la influencia de las mujeres. De hecho, todos sus productos llevan nombres de mujeres a las que admiran: Carrie, Meryl, Tere, Rogelia o Josefa, entre otras. Cada vez que lanzan un nuevo producto, Paula se pregunta: "¿Esto se lo pondría Carrie Bradshaw?" Si la respuesta es afirmativa, considera que ya hay una razón suficiente para ponerlo a la venta. "Si hay una reina de los complementos, esa es Carrie", afirma.

Todos y cada uno de los complementos de Deibrand se adaptan a la perfección a cualquier estilo. Incluso entre ellas, que cuentan con estilos muy diversos, cada una lleva los accesorios a su manera, de forma única, y eso, es lo que realmente lo hace divertido. “Aunque tenemos algunos productos que tienen una personalidad más fuerte, como la capota por ejemplo, la mayoría se adaptan genial a todos los estilos y eso es lo que pretendemos también. Nos mola que todo el mundo pueda llevarlos y hacerlos suyos”, recalca Alba Deibe. 

Lanzaron la marca a finales de marzo y, mes y medio después, las chicas de Youth les contactaron para invitarles a su primer evento, dándoles la oportunidad de empezar a darse a conocer poco a poco. Ahora, el 31 de agosto, asistirán al market de Meu Studio en Vigo. “¡Va a ser lo más! DJs, foodtrucks, actuaciones en directo… ¡Nos apetece un montón!”, afirman. 

Cada una tiene un complemento preferido: Ángela prefiere la pañoleta, Alba opta por el casquete, y Paula no puede decidirse entre el casquete -que lo tiene entre cuatro o cinco colores-, las flores o el Tere Bag. Las tres coinciden en que el accesorio que más aceptación ha tenido hasta el momento es el Tere Bag, ya que es un bolso con un diseño único y diferente a lo que suele encontrarse en las tiendas. Tienen claro que lo más importante es disfrutar de la compañía de las demás mientras crean accesorios que aman. Deibrand es un mimo para las amigas y un momento de desconectar para conectar.