Cada vez son más las personas que optan por desconectar del bullicio de la vida urbana y buscan refugio en alojamientos ubicados en plena naturaleza. Este cambio en las preferencias de viaje también responde a una mayor conciencia sobre la sostenibilidad y el impacto ambiental del turismo. 

O Recuncho do Sor está ubicado en San Fiz (Mogor, Mañón) y es una invitación a desconectar y disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. O Recuncho do Sor cuenta con cuatro cabañas, tres de ellas con capacidad para cuatro personas y la restante, con capacidad para seis. Además, una de las cabañas está adaptada para personas con movilidad reducida, situada estratégicamente para ofrecer una experiencia única de altura y accesibilidad. Todas ellas están equipadas con jacuzzi, proporcionando un toque de lujo y relajación a aquellos que las visitan.  
 

El proyecto de O Recuncho do Sor nació hace más de tres años, cuando comenzaron a trabajar en las licencias, los permisos y la búsqueda de subvenciones. “Las obras físicas comenzaron aproximadamente hace catorce o quince meses. Durante todo el proceso, y gracias al esfuerzo incansable y el apoyo incondicional de mi familia, mi pareja Lara y mis amigos, logramos convertir este sueño en una realidad”, afirma Francisco Moreno, propietario de O Recuncho do Sor. 

Francisco Moreno destaca la importancia de dar a conocer esta zona de Galicia, menos conocida que las Rías Baixas, pero igual de bonita. Las cabañas llevan nombres de vientos del norte, como Cabaña Setentrión, Cabaña Bóreas, Cabaña Nordeste y Cabaña Aquilón, en homenaje a su ubicación y entorno. O Recuncho do Sor invita a “dejarse llevar por el norte”, lema del negocio turístico. 

El alojamiento ofrece servicio de desayuno elaborado con productos locales y de temporada. El pan y los bizcochos son hechos en un horno de leña por una panadería local. Las mermeladas se elaboran artesanalmente con frutas de temporada, y la miel proviene de un vecino de la zona. Esta apuesta por productos locales y de kilómetro cero no solo enriquece la experiencia del visitante, sino que también ayuda a potenciar la economía local y a dar a conocer los tesoros gastronómicos de la región. Actualmente están trabajando para incorporar una carta de un restaurante local, permitiendo a los huéspedes disfrutar de menús en sus cabañas.  

En la recepción, disponen de una pequeña tienda que vende productos locales como mermeladas, miel y café, tostado especialmente para ellos por un pequeño tostador en Viveiro. También cuentan con una mini cafetería y una selección de artículos básicos de higiene personal. 

“Además, contamos con acuerdos con empresas locales para ofrecer actividades como surf, paddle surf, kayak, tirolinas y rutas a caballo. Esto permite a los huéspedes disfrutar de una amplia gama de experiencias sin salir de la zona”, concluye el propietario.