La muerte del actor británico Christopher Lee a los 93 años deja al mundo del cine sin uno de sus villanos más famosos, cuyo rostro ha quedado asociado a personajes como el conde Drácula y Saruman de “El Señor de los anillos”. El actor falleció el domingo en un hospital de Londres en el que había ingresado con problemas respiratorios.
Lee, que apareció en más de 250 películas, se sirvió de su físico singular y su mirada penetrante para ejercer papeles de antagonista en James Bond o “La guerra de las galaxias”.
Nacido el 27 de mayo de 1922 en el seno de una familia acomodada en el barrio de Belgravia de Londres, Christopher Frank Carandini Lee, estudió en el colegio Wellington hasta los 17 años y a los 19 se alistó en la Real Fuerza Aérea (RAF) británica, coincidiendo con los momentos claves de la II Guerra Mundial.
No fue hasta finales de la década de los cuarenta del pasado siglo cuando empezó su carrera cinematográfica y debutó como actor secundario en el filme “La extraña cita” de Terence Young.
Si por algo será recordado Lee es por sus papeles de villano en la mayoría de sus apariciones cinematográficas, como cuando dio vida al monstruo Frankenstein en 1957 o al famoso Conde Drácula en hasta ocho filmes durante los años 50 y 60.
En los 70 realizó el salto a Hollywood, donde formó parte del reparto de numerosas películas de terror, fantasía y aventura, como “La vida de Sherlock Holmes” (1970) de Billy Wilder, en la que interpretó al hermano del detective, Mycroft Holmes.
Su consagración como “el malo de la película” se reafirmó cuando participó en la producción de “El hombre de la pistola de oro” (1974) de James Bond, donde interpretó a Francisco Scaramanga, uno de los más famosos rivales del agente 007.
Christopher Lee, gran aficionado a “El Señor de los Anillos” de J.R.R. Tolkien, reconoció que uno de sus sueños sería interpretar a Gandalf, aunque su edad no le permitiría dar al papel la fuerza necesaria.
A pesar de eso, en 2011 volvió a la gran pantalla dando vida a Saruman. A sus más de 80 años, aceptó el encargo del director de Star Wars, George Lucas, para interpretar al Conde Dooku.
Consta en el libro Guinness Records como el actor principal más alto del mundo –con 1,96 centímetros– y es el segundo con más películas rodadas en toda la historia de Hollywood, solo por detrás de Rod Steiger.