Con la mirada puesta en las elecciones de 2015, el primer ministro británico, David Cameron, intervino ayer en la clausura del congreso anual del Partido Conservador con la promesa de convocar un referéndum sobre la permanencia de Gran Bretaña en la Unión Europea.
Con esta medidas, Cameron espera recuperar el respaldo del tradicional votante conservador, atraído por el discurso antieuropeo y antiinmigración ofrecido por el Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP) que lidera Nigel Farage.
Tras la reciente deserción de varios políticos conservadores a las filas del UKIP, Cameron les dijo que votar por Farage será lo mismo que votar por el líder de la oposición laborista, Ed Miliband.
“Hay una sola opción, yo en Downing Street o Ed Miliband en Downing Street. Si votas por el UKIP, es un voto laborista”, afirmó el primer ministro antes de añadir que votar por el UKIP será como “irse a dormir con Farage y despertarse con Miliband”.
Para tranquilizar al ala más euroescéptica del Partido Conservador, Cameron mantuvo su promesa de convocar un referéndum sobre la permanencia o salida de la Unión Europea (UE) en 2017, siempre que los “tories” ganen en mayo de 2015.
Además, el “premier” dijo que tiene intención de que el Reino Unido tenga su propia convención sobre derechos humanos, tras los problemas habidos para deportar a sospechosos terroristas extranjeros por aplicarse la convención europea de derechos humanos.
El primer ministro también presentó a su formación como tradicional refugio de las empresas al afirmar que un Gobierno “tory” recortará la burocracia y mantendrá bajo el impuesto corporativo, lo que facilitará la inversión extranjera.