SuperCarvajal en Noruega

SuperCarvajal en Noruega
David Carvajal celebra el 3-2 perseguido por Marcelo, Lucas Vázquez y Marco Asensio reuters



Un golazo de Dani Carvajal en el minuto 119 decidió un partido diferenciado en varias partes. El Sevilla de Sampaoli plantó cara al Madrid de Zidane y fue mejor en algunas fases. La expulsión de Kolo nada más empezar la prórroga castigó a un conjunto hispalense que rezó para que llegase la tanda de penaltis. SuperCarvajal lo impidió y el Real Madrid reinó en Noruega.
El centro del campo del Real Madrid sin Modric y Kroos pierde creatividad, pierde valor en la construcción del juego. Kovacic es un centrocampista interesante, fuerte y con cierta calidad; Isco tiene momentos de gran inspiración, de desborde; pero poco tienen que ver con la pareja que forman el croata y el alemán. Entre esa falta de control en el Real Madrid, a la que se unían las ausencias de la BBC al completo, y que el Sevilla, con una propuesta valiente y arriesgada, se encuentra -como demuestra- en pleno proceso de adaptación al ‘estilo Sampaoli’, el partido no tuvo gran sustancia en el primer tiempo.
Un golazo espectacular, el de Marco Asensio (1-0) a los veinte minutos, y otro que también tuvo su mérito, el de Vázquez (1-1) a falta de cinco para el descanso, dejaron el choque totalmente equilibrado después de los primeros cuarenta y cinco minutos.
El Sevilla exagera su salida de balón con los centrales tremendamente distanciados y con un punto de apoyo en el centro: normalmente Iborra y, en ocasiones, N’Zonzi’ ejemplificaron la salida lavolpiana. Los laterales, Mariano y Kolo, aparecían como extremos con asiduidad pero al cuadro de Nervión le faltó profundidad porque el Madrid se lo complicó juntando líneas en su parcela de campo.
Con Lucas Vázquez pegado a la banda derecha, con Marco Asensio con más libertad y Morata con menos participación de la esperada, el Real Madrid pisó área rival con ataques rápidos. No sobó mucho la pelota el equipo de Zidane. Quizá tampoco se lo permitió un Sevilla que, mientras le duró la gasolina, trató de presionar a todo el campo con mucha intensidad.
El equipo merengue también está preparado y dispuesto para la presión y, de un saque de banda a favor del Sevilla, nació el 1-0. Kolo perdió el cuero y Asensio hizo el resto. Mimó la bola antes de soltar el zapatazo que entró por la escuadra de un Sergio Rico perplejo. Solo pudo comprobar como volaban las telarañas del ángulo.
El Madrid, que no adelantó en exceso sus líneas de presión, pagó su pasividad o falta de contundencia en el área a falta de cinco minutos para el descanso. Ramos permitió el centro cómodo desde la derecha, Varane no despejó en la frontal y Vázquez encontró la pelota para conectar una volea que se coló entre dos camisetas blancas para acabar cerca del palo izquierdo del marco defendido por Kiko Casilla.
El segundo tiempo empezó con más vitalidad y prosiguió con buen ritmo y el Sevilla como dominador. Transcurrió casi media hora hasta que Vitolo, en una buena acción individual, recortó a Ramos y provocó –nunca mejor dicho– un discutido penalti. Konoplyanka lo lanzó con una tranquilidad pasmosa y, lo más importante, engañó a Casilla, que se lanzó a la izquierda. La pelota entró mansa hasta acariciar (1-2) la red.
El Madrid, con Benzema, Modric y James como jugadores de refresco, disputó sus mejores minutos a partir del 80. Encerró al Sevilla en su rincón y encontró premio en la prolongación. Lucas sacó el centro desde la línea de fondo y Ramos, aprovechando que Rico estaba volcado sobre el primer palo, cabeceó (2-2) prácticamente desde la línea de gol.

PRóRROGA
La segunda amarilla de Kolo nada más empezar la prórroga fue la sentencia de muerte del Sevilla, que trató de mantenerse con vida pese a los constantes golpes que le propinaban los puñales del Real Madrid. Primero avisó Ramos, que metió el balón en la portería pero el árbitro invalidó su acción por una inexplicable falta. Después llegó el turno de James, que estrelló su remate –tras un brillante pase de Benzema– en el cuerpo de Rico. Algo parecido le sucedió a Lucas, que controló bien pero definió sobre el guardameta del Sevilla.
La antesala al gol fue una volea de James con la derecha. Precisamente con la derecha, pero con el exterior de su pie, Dani Carvajal evitó los penaltis con un gol soberbio después de una gran galopada. Fue el momento de Supercarvajal.

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