Tradicionalmente, El Niño ha jugado a escondite con A Coruña. Hasta ayer, solo una vez en los últimos setenta y cinco años había querido tocar la ciudad con su primer premio. Fue en 1998, cuando el número 09122 llevó la alegría a los vecinos. Han tenido que pasar dieciocho años para que en la lista de las localidades agraciadas aparezca el nombre de la capital herculina.
La mala racha de casi dos decenios se rompió ayer gracias al 22654. Poco antes de las doce y media de la mañana, los niños de San Ildefonso desvelaban el número ganador del primer premio y la administración de lotería número 44, ubicada en el centro comercial Carrefour de Alfonso Molina, aparecía como uno de los despachos en los que se había vendido.
Según los datos oficiales, en la ciudad se despachó un solo boleto, que tiene un valor de 200.000 euros.
La circunstancia de que ayer fuese un día festivo y la superficie comercial estuviese cerrada impidió que se produjesen las imágenes de celebración propias de estos sorteos. No hubo cava, clientes con sus mejores sonrisas, ni fotos con el cartel de “primer premio del sorteo de El Niño vendido aquí”, que tendrá que esperar a hoy para colgar del escaparate de la administración.
También tendrán que esperar los habituales del despacho que quieran comprobar in situ si han tenido suerte y todos los que saben con seguridad que la han tenido y no quieren dejar pasar más tiempo antes de cobrar sus premios.
A este último grupo pertenecen algunos vecinos que ayer se acercaron a Carrefour con la idea de canjear sus décimos agraciados -con reintegros y centenas- a tiempo para empezar la temporada tradicional de rebajas con la cartera llena. La jornada se les presentaba propicia, además, para un recado que a muchos se les complica con los horarios laborales. Con la confirmación de que la puerta estaba cerrada, volvieron a casa haciendo cálculos de cuándo será el mejor momento para volver y llevarse el regalo de Reyes cortesía de la Lotería Nacional.
Entre los que tienen pendiente el cobro del premio está el afortunado coruñés que tiene en su poder el boleto ganador. Un vecino que multiplicó por diez mil su inversión de veinte euros en el 22654 y del que por el momento no se conoce más dato que el de su buena estrella.
Aunque de forma tímida, el año 2016 empieza de forma afortunada en la ciudad. Al menos en lo que a juegos de azar se refiere.