Melchor, Gaspar y Baltasar volvieron a ser fieles a su cita con la ciudad y, una vez más, se pasaron la madrugada del lunes trabajando intensamente para que ningún hogar se quedase sin lo pedido en sus cartas. Las caras de ilusión al despertarse, sobre todo de los más pequeños, y comprobar que efectivamente había regalos debajo del árbol fue la estampa que protagonizó la mañana de ayer.
Nervios, gritos y algún que otro llanto de decepción –como dice el refrán, nunca llueve a gusto de todos y lo que para Sus Majestades de Oriente podía ser una buena opción no siempre resulta del agrado del agraciado– se mezclaban con algunas caras de sueño que, aún siendo Día de Reyes, no perdonaban pasar unas horas de más en la cama el día festivo.
Desenvolver cada regalo intentando adivinar lo que hay dentro y deseando que se corresponda con lo que se escribió en la carta suele estar acompañado también de la pertinente comprobación de que, tanto los Reyes Magos como sus camellos, comieron todo lo que se les dejó la noche anterior en los platos para que repusiesen fuerzas durante la dura y larga jornada. Las zapatillas llenas de caramelos y dulces tampoco pudieron faltar como todo un clásico del 6 de enero.
Clásicos
Aunque las ganas por salir a la calle a estrenar y a compartir con los amigos los regalos recibidos nunca faltan, el buen tiempo hizo que la plazas y parques se llenasen ayer de niños, padres y abuelos –a veces, se hizo difícil diferenciar quién era el más ilusionado de todos–.
Aunque los videojuegos y la tecnología en general sigue triunfando en las cartas a los Reyes Magos, los juguetes tradicionales como las bicicletas, los patinetes, las muñecas o los juegos de mesa nunca fallan. Con todo, seguro que tampoco faltaron los pijamas, calcetines y corbatas, clásicos necesarios a los que no se les suele dar la importancia que merecen.
Otra de las estampas del día la marcaron las colas en las panaderías y confiterías para conseguir un roscón fresco con el que desayunar o degustar de una buena sobremesa. Aunque cada vez hay más opciones de relleno y coberturas, el tradicional con frutas escarchadas continúa siendo el preferido por la mayoría de los coruñeses, a los que no les importó hacer noche a las puertas de algún conocido negocio con tal de conseguir un ejemplar de tan preciado dulce.
Aunque la lotería de El Niño quiso pasar de largo por la ciudad en los tres grandes premios, seguro que no fueron pocos los coruñeses que ayer recibieron dinero de parte de Melchor, Gaspar y Baltasar, algo que, teniendo en cuenta que hoy empiezan las rebajas de invierno, pudo ser muy bien venido. Lo cierto es que esta jornada será aprovechada tanto para aquellos que quieran acercarse a los comercios en busca de gangas, como para los más pequeños que mañana volverán a las aulas.