El pazo de Meirás ya ha abierto sus puertas a los visitantes este año. Y lo hizo hace un par de meses, tal y como confirmó la Consellería de Cultura, de la que depende la Dirección Xeral de Patrimonio, encargada de velar por el cumplimiento de la normativa que afecta a los Bienes de Interés Cultural (BIC), como es el caso.
Esa legislación pasa por que estos bienes puedan visitarse al menos cuatro días al mes, algo que no se ha producido siempre en el caso de las Torres de Meirás desde que se acordó su catalogación como BIC a finales de 2008.
De hecho, desde que, en marzo de 2011, abriera sus puertas al público por primera vez esta propiedad de la familia Franco, cada año se había ido demorando más el inicio del calendario de visitas.
Así, en 2012 no fue hasta principios de abril cuando los interesados en conocer por dentro –así como los jardines– algunas de las estancias de la que fuera residencia estival del dictador pudieron acceder, mientras que en 2013 la reapertura fue aún más tardía y no se visitó hasta el 19 de julio.
Para este año todo hacía indicar que la demora iría en esa línea, ya que a consulta de este diario a mediados de marzo, la Xunta aseguró que se encontraba a la espera de que los propietarios le remitieran el calendario de 2014 para saber cómo se organizarían esos itinerarios.
comienzo
Al parecer, poco después llegó ese calendario y las visitas comenzaron a reservarse tan solo unos días después, durante la segunda quincena del pasado mes de marzo.
Patrimonio señaló que, al no pagar desde el año 2013 la Xunta los gastos en seguridad, ya no contabilizan las visitas al pazo de Meirás porque no hay convenio firmado con los Franco. Simplemente, recuerdan, se comprueba que se abra los días establecidos. En este sentido, continúan siendo únicamente los viernes, con distintos horarios de mañana y tarde.
No obstante, en verano, sobre todo en el mes de agosto –período que los Franco siempre han alegado que lo quieren libre para disfrutar de sus vacaciones–, suelen alterarse los días en que se abre al público.
Hay que recordar que el primer año en que se pudo visitar, 2011, ya se levantó cierta polémica porque los propietarios lograron el visto bueno de la Xunta para que en agosto estuviera cerrado, algo que no ocurrió al año siguiente. En 2013 se habilitaron los cuatro últimos días de mes –del 28 al 31– como medida a esta situación.
muchos meses
Los datos antes señalados de la apertura, en cada ejercicio, del pazo de Meirás al público, arrojan un balance en el que se advierte que han sido muchos los meses en los que ha estado cerrado y no ha cumplido los requisitos de los BIC.
Es decir, que entre los cuatro años que lleva con régimen de visitas, ha estado prácticamente doce meses con sus puertas cerradas.