Los descampados siguen sin desbrozar a un mes de la campaña antiincendios

Los descampados siguen sin desbrozar a un mes de la campaña antiincendios
brigadas forestales y bomberos municipales trabajan juntos durante un fuego el año pasado patricia g. fraga

Después de tanta lluvia, la mayor parte del público disfruta de un poco de sol. En cambio, los servicios de emergencia contemplan la bonanza como una señal de que es necesario prepararse para la campaña de incendios de este año, para la que solo falta un mes. Los primeros en reaccionar han sido los agentes de la Unidad Adscrita de la Policía Nacional, es decir, la Autonómica, cuyos todoterrenos comenzaron a patrullar la periferia de la ciudad el pasado fin de semana por primera vez en meses. “Todavía está todo muy húmedo para que arda, pero....”, explica un agente.

El “pero” se observó en el primer incendio forestal del año, que tuvo lugar el día 14 en los terrenos que rodean la Torre de Hércules y se originó por una bengala. Los daños no fueron graves, pero los expertos recuerdan que es necesario ir tomando medidas y que la Concejalía de Medio Ambiente todavía no ha convocado el concurso para el desbroce de los descampados, una medida que se puso en marcha el año pasado y con la que se acondicionaron 2.500 kilómetros cuadrados de terreno. “Los incendios de verano se apagan con el trabajo de invierno”, insisten.

Abril suele ser lluvioso e inestable y las autoridades confían en tener tiempo para prepararse. Aunque el año pasado, el inicio de los trabajos se retrasó hasta junio, fueron un factor muy importante a la hora de rebajar los incendios forestales un 30% (15 fuegos en total), una cifra histórica que hay expectativas de rebajar. Agentes autonómicos y brigadistas forestales coinciden en señalar que el hecho de que el poblado de Penamoa haya desaparecido fue también  determinante, porque eliminó el problema de los fuegos provocados por la quema de chatarra, y se ha sumado un nuevo factor.

 

Tercera ronda

La Tercera Ronda fue lo que causó el fin de Penamoa, y de los incendios que provocaba, pero a medida que avanzan las obras, los operarios están desbrozando un terreno que hasta ahora permanecía lleno de maleza, en el tramo que separa Pocomaco de la urbanización de A Zapateira, y en el que las brigadas forestales han actuado más de una vez para sofocar fuegos cercanos a las viviendas dispersas.

Precisamente en esa zona es una de las más patrulladas por la Policía Autonómica, que este año, debido a los recortes, no recibirá las peonadas con las que se pagaban las horas extras que implica la vigilancia antiincendios durante el fin de semana. “Eso no quiere decir que no se hagan. Simplemente, que no se nos pagará”, comentaron desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP). Por otro lado, esperan contar pronto con la incorporación de diez nuevos compañeros, procedentes de la última oferta de plazas públicas, aunque todavía no se ha aclarado si entrarán en la Unidad Adscrita a tiempo para participar en la campaña contra los incendios forestales.

En cuanto a las brigadas de la Xunta, este es el segundo año en el que la Consellería do Medio Rural contrata empresas privadas para combatir los fuegos forestales, aunque no se esperan más recortes en los medios de extinción de incendios que los que se hicieron el año pasado, de manera que la empresa pública, Seaga, contará con unas treinta personas divididas en siete brigadas en su base de Bergondo. Otras empresas privadas, como Natutecnia, ya han llamado a las tripulaciones de los helicópteros. Los brigadistas no acudirán a sus puestos hasta el 1 de junio, por lo menos los de Seaga que en su calidad de fijos discontinuos, saben que serán llamados.

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