Como resultado de un operativo encaminado a detectar la pesca y distribución de capturas prohibidas, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil de A Coruña advirtió la entrada de un buque con casi cuatrocientas (388) cajas de sardinas, cuando su captura está prohibida en este momento, con un peso inicial de 7.005 kilos , que una vez descontados los palés y los continentes quedó en 6.367.
Los hechos se iniciaron con un protocolo de vigilancia del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, que pudo observar cómo dos barcos llegaban y descargaban las capturas en camiones, regresando al mar a toda velocidad una vez que se habían terminado de pasar la totalidad de las cajas con las especies al puerto de Sada.
Después de la segunda descarga, los agentes procedieron a inspeccionar el contenido de los embalajes, comprobando que eran sardinas y que el segundo buque responsable comprometió gravemente la estabilidad debido a la carga portada, puesto que tenía indicación de no transportar más de 3.700 kilos de pesca ni 400 kilos en caja, explicó la Guardia Civil.
La dificultad para realizar este operativo estuvo en que los barcos apagaban el sistema de identificación automática para no ser detectados su entrada en puerto, lo cual está totalmente prohibido durante la navegación.
El operativo permitió descubrir una red de personas “perfectamente organizadas”, haciendo el uso de walkie talkies y teléfonos móviles para controlar la zona y detectar inspectores de pesca.
Así, se procedió al decomiso de 6.367 kilos de sardinas que fueron depositados en el Banco de alimentos de A Coruña.
En cuanto a las actas de denuncia, corresponden al pesquero S. “por realizar pesca extractiva de especies cuya captura se encuentra prohibida, no enviar notificaciones de fin de pesca, entrada en puerto, descarga de capturas y salida de puerto”, sancionando a su responsable por descargar directamente a un camión con matrícula portuguesa sin realizar previamente pesaje en lonja.
También se denunció al pesquero S.J. por realizar descarga directa a vehículo sin realizar pesaje en lonja, y a la empresa encargada de recibir las capturas por la expedición y presentación de documentación falsificada para amparar el transporte del pescado, anotándose como origen el puerto de Ondarroa y con destino a Portugal. l