La Real Academia Española (RAE) busca nuevas fórmulas de financiación que le den "independencia y autonomía económica", y una de las soluciones que se barajan es admitir publicidad en la versión digital del Diccionario de la Lengua, que cada mes recibe más de cuarenta millones de consultas.
"Creo que esa va a ser la solución, aunque por supuesto las consultas de la página web continuarían siendo gratis", afirmaba hoy el director de la Real Academia Española, José Manuel Blecua, ante un grupo de periodistas tras protagonizar un desayuno del Foro Nueva Economía, en el que fue presentado por la académica Carme Riera.
La Academia ya cuenta con un informe del Banco de España sobre esta cuestión y, una vez que existan pruebas de imprenta de la nueva edición del Diccionario -"hacia junio o julio" próximos-, empezarán "a negociar con las empresas".
Blecua no cree que haya dificultades para conseguir esa publicidad, dados "los resultados" de la página web de la RAE.
Sin embargo, el director fue prudente y no quiso avanzar el nombre de las empresas interesadas. En octubre de 2014 está previsto que se publique la nueva edición del DRAE, "la última, probablemente, que saldrá en papel", y para esa fecha espera que se haya conseguido "lo de la publicidad".
En su intervención inicial, y en presencia del expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero; del exministro José Bono, de la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, y del exsecretario de Estado Miguel Ángel Cortés, entre otras muchas personalidades, Blecua dejó claro que la Academia debe buscar "un nuevo modelo económico que les proporcione independencia y autonomía".
Los modelos antiguos "están agotados" y las instituciones no van a poder seguir dependiendo de la Hacienda Pública como hasta ahora.
La situación actual de esta institución es delicada. La aportación del Estado, que suponía el 50 por ciento de los ingresos de la Academia, ha descendido "un 60 por ciento" en los últimos años, y también han disminuido el patrocinio y el rendimiento financiero de los capitales. Y ha bajado "más del 30 por ciento" la venta de las obras "en papel".
Este cambio "va ser duro y difícil". La Academia cuenta con más de cien trabajadores, además de con los académicos, y "hay que solucionar el problema de las nóminas", señaló.
Blecua se refirió además a la nueva edición del Diccionario que contará con 93.120 entradas y unas 60.000 enmiendas. Se ha comprobado la documentación de todos los americanismos y se ha revisado el léxico relacionado con diferentes especialidades.
"Pero el Diccionario siempre es imperfecto y nunca cumple las expectativas de quienes lo consultan". La Academia procura tener en en cuenta las críticas que se le formulan, aunque muchas peticiones no se pueden atender.
La última la ha hecho un abogado de Reus para que se cambie la definición de "moro" y se ponga como insulto. Así, contaba Blecua, ese abogado "puede procesar a las personas que insultan con esa palabra a los marroquíes".
"Es una petición inusitada", reconoció el director antes de afirmar que "es inevitable" que el Diccionario "refleje una sociedad que ha tenido sus ideas religiosas, políticas; que es machista, aunque menos que antes". Todo esto está en el diccionario, y a medida que la sociedad vaya cambiando lo hará esta obra.
Hay datos que ponen de relieve la importancia de esta obra y su influencia en la sociedad, como el hecho de que, el año pasado, las sentencias del Tribunal Supremo contuvieran "más de ocho mil citas" del DRAE, según contaba hoy el académico Luis María Anson, para quien las decisiones que se toman en la RAE "son norma para quinientos millones de personas".
Por primera vez, agregó Blecua, el Diccionario contendrá términos del español de Guinea. En este país la RAE tiene ya a cinco académicos correspondientes.
Por su cuenta y riesgo, el gobierno guineano ha creado una Academia ecuatoguineana de la Lengua Española. Pero, para ser académicos correspondientes, deben ser admitidos por el reglamento de la RAE, en el que se dice con claridad que la Academia "no tolera intromisiones políticas" en el funcionamiento de estas instituciones.
Hay que proteger el español de Guinea pero "hay que actuar con la debida prudencia", dijo Blecua.
Fue José Bono el que le preguntó a Blecua si el español corre peligro en "algún territorio peninsular español", en clara alusión a Cataluña. Y el director fue contundente al asegurar que el español "no está en peligro en ningún sitio".
"El español es una lengua cuya riqueza está tan atesorada en la literatura y en la cultura que no corre ningún peligro. Y tiene una gran dimensión económica e internacional". Es un idioma "imprescindible" en ciudades tan importantes como Nueva York, añadió Blecua.
Y tampoco está en peligro en Cataluña. Él lleva cincuenta y dos años dando clases en esta comunidad autónoma y sabe de qué habla cuando realiza esa afirmación.
Rodríguez Zapatero tomó la palabra para decir que los 300 años de la Academia "son un gran acontecimiento".
"La sociedad le debe un homenaje a la Academia. Las cuestiones económicas condicionan pero si hay un llamamiento a la sociedad, esta responderá porque ama su lengua, como la ama la sociedad latinoamericana. Y hay factores que permiten pensar que se puede dar ese apoyo que la Academia merece", afirmó Zapatero.