Ya es oficial, los trabajadores de Albada están en huelga. Desde las diez de la noche de ayer, la plantilla hace turnos a las puertas de la planta de Nostián para informar de la situación a todo aquellos camiones que procedan a descargar la basura entre las 01.30 y las 05.30 horas. “Nuestra intención no es lastimar el mobiliario ni nada, estaremos donde tenemos que estar así que defenderemos nuestros puestos en la planta como no puede ser de otra manera”, aseguró el presidente del comité de empresa, Julio Martínez Maceiras, que reiteró una vez más las disculpas a la ciudadanía por los problemas que se generen a raíz de este paro.

Una de las consecuencias que se pueden dar estos días es que la recogida de los camiones no se haga en su tiempo habitual, por lo que “habrá zonas de la ciudad donde igual no de tiempo a recoger la basura”.

Con la amenaza de huelga encima de la mesa desde hace semanas, otro de los hechos que indigna a los trabajadores es desconocer todavía quienes van a tener que cumplir con los servicios mínimos –la empresa proponía un 80%, cantidad que han rebajado en unas 11 personas– ya que de momento, por parte de la empresa, solo conocen la cantidad, unos 50, pero no los nombres. “Esta noche [por la pasada] harán turno unos 6 o 7, por la mañana 19 y por la tarde unos 23 pero es el colmo no saber quién tiene que ir a trabajar a día de hoy”, aseguró Maceiras.

Desplante

Los ánimos en Nostián están aún más caldeados si cabe después de que la empresa, Urbaser, se negase a acudir ayer a la reunión fijada por Consello Galego de Relacións Laborais alegando falta de previsión en la convocatoria. “Hacemos nuestras las palabras de la concejala Esther Fontán ya que pensamos que no acudieron porque realmente no tienen argumentos para que siga en pie el ERTE –la empresa pretende despedir a 39 personas–; nos avisaron el jueves a todos, eso es que no quieren acudir”, asegura el presidente del comité de empresa de Albada.

Las acusaciones por parte de Urbaser de sabotajes en la planta no hacen más que encender los ánimos de la plantilla, que tildan de “montaje” dichas denuncias. “El viernes festivo y el sábado, cuando ellos dicen que se produjeron las sospechosas averías en las máquinas, la única persona que había en planta era un guardia jurado. Aquí las únicas estropeadas son las mentes de los de Urbaser”, critica Julio Martínez Maceiras.

¿Hasta cuando la huelga? “Estaremos a turnos de mañana, tarde y noche hasta que el Ayuntamiento tome una decisión”. Con todo, la plantilla asegura que la protesta será pacífica, amparándose solo en su derecho a defender sus empleos y pidiendo al Ayuntamiento a que ejecute el plan de rescate propuesto.