Los empleados de Alu Ibérica, antigua Alcoa, volvieron a concentrarse ayer, cortando la carretera de Baños de Arteixo a su paso por la factoría, en esta ocasión para denunciar la “persecución sindical” a la que dicen estar sometidos por el Grupo Riesgo.

Tras todas las denuncias realizadas por el comité de empresa de la factoría acerca de la situación de la planta de A Coruña, el secretario xeral de la Federación de Industria de Comisiones Obreras, Víctor Ledo, señalaba que no entienden “que as administracións no lugar de actuar contra os que están dirixindo esta empresa, o Grupo Riesgo, estean de perfil, e sen embargo a empresa se atreve a sancionar os representantes dos traballadores”. Se trata de algo que “non” van “a consentir”, indicaba Ledo, que añadía que van a “combater” esa apertura de expediente, tanto al presidente del comité de empresa, Juan Carlos Corbacho, como a representantes de la planta de Avilés.

Explicaba Ledo antes de la concentración que los expedientes se abren por lo que la empresa considera “faltas de respeto” a alguno de los directivos. En concreto, la utilización de términos como “delincuente”, algo que Ledo indicaba que “hai feitos consumados para dicir que o que está a pasar aquí é unha estafa (la sucesión de ventas de Alcoa a Parter y posteriormente al Grupo Riesgo), non o di o comité, este individuo ten causas pendentes coa xustiza por estafa”. Además, los representantes sindicales volvían a solicitar ayer la intervención estatal de la planta, amparándose en un estudio de la UDC.

Empresa
Por su parte, la dirección de Alu Ibérica atribuyó a un “reducido grupo del comité de empresa” las protestas y les acusa de “impedir el normal desarrollo de la actividad de la fábrica” y poner en riesgo “actuaciones clave”.