Tras cuatro años de negociaciones y varios meses de espera, la Autoridad Portuaria y Repsol firmarán el próximo lunes el acuerdo para el traslado de la petrolera al Puerto Exterior. Con este paso se inician los trámites para la esperada liberación de los muelles interiores, y el cierre del oleoducto de seis kilómetros que atraviesa la ciudad.
A la firma del documento se espera que asista la ministra de Fomento, Ana Pastor, uno de los apoyos del Puerto en sus negociaciones con la compañía. El documento al que se dará el visto bueno responde al preacuerdo al que llegaron la Autoridad Portuaria y la empresa el pasado mes de febrero. Según informó en su momento el ente que dirige Enrique Losada, el primer tráfico líquido que llevará Repsol a las nuevas instalaciones de punta Langosteira –construidas, precisamente, para alejar de la ciudad el tráfico de combustibles– será el petróleo crudo. Se trata del más importante en cuanto a volumen, ya que el año pasado representó el 56% de todos los productos que movió la empresa en A Coruña.
En el preacuerdo que hizo público el Puerto se hablaba de la posibilidad de que Repsol ocupase en el Puerto Exterior unas 15 hectáreas, frente a las diez sobre las que opera en la actualidad en las instalaciones que posee en el muelle de San Diego. Según indicó Losada en abril de este año, la mudanza a punta Langosteira se podría prolongar entre tres y cuatro años.
compensación
Será tras la firma del acuerdo el lunes cuando se desvelen los detalles del mismo, sobre todo, la cantidad a la que ascenderá la indemnización que recibirá la compañía por su traslado antes de que caduque la concesión de los muelles de San Diego en 2027. Hasta el momento ninguna de las dos partes implicadas aportó una cantidad cerrada. En cualquier caso, es posible que el pago de la compensación se realice en forma de exenciones u otras ventajas.
El inicio del traslado de Repsol a Langosteira supondrá la culminación de una obra, la del Puerto Exterior, a la que solo resta el acto de inauguración oficial, siete años después del inicio de su construcción. Las instalaciones están en funcionamiento desde el 24 de septiembre de 2012, cuando la dársena de punta Langosteira acogió la primera operación comercial con mercancías: el buque “Hamonia Korsika” inició ese día la carga de 35.000 toneladas clínker para poner rumbo después al puerto de Recife, en Brasil.
El estreno comercial de la dársena exterior fue seguido por numerosas autoridades, entre ellas la propia ministra de Fomento, Ana Pastor. A del “Hamonia Korsika” siguieron nuevas operaciones para la carga de mercancías. Para muchos, esta operación supuso el fin de las especulaciones sobre la maniobrabilidad de las nuevas instalaciones.
El pasado mes de agosto, se daba un paso más para la culminación del sueño de un Puerto Exterior. La Autoridad Portuaria recibía la primera solicitud de una empresa de graneles, con base en los muelles interiores, para la construcción de una nave en la nueva dársena, para la que se reservaba una inversión de 4,5 millones de euros.
Mientras, el Gobierno central continúa con sus inversiones para culminar los proyectos pendientes: solo los accesos se llevarán en 2014 más de 20 millones de los Presupuestos.